La contemplación del paisaje que se divisa desde el puente del Río Yeltes me produjo tal impresión, que no dejé de pensar en lo que significaría aquel nombre de río, igualmente extraño.
Traté de descifrarlo para llegar a alguna conclusión sobre su significado y al conocer la existencia de una ara votiva de los romanos en la que al parecer reza "eletes", hice una breve consulta en la lengua latina utilizada en la Hispania durante la dominación romana y ello me llevó al siguiente razonamiento y conclusión:
En el ara reza"eletes" que hacía referencia al río Lethe o Lete, que según los autores latinos Virgilio y Ovidio, era uno de los rios del infierno, río del olvido, narcótico, y que a su vez procede del vocablo latino "letum,i, que significa muerte o del verbo "leto" que significa dar muerte o quitar la vida.
La combinación del artículo castellano "el" y el nombre Lete pudo resultar "elete".
Pasado el tiempo, los pobladores romanizados, al ver el río, debieron de decir "yelete" significando " ye" es, en castellano viejo para derivar con el tiempo en "YELTE".
No es extraño que le bautizaran como rio de muerte u olvido, pues los peñascos que conforman su cauce y le flanquean dan la impresión de haber acaecido alguna catástrofe telúrica.
Y en cuanto a lo narcótico, puede deberse al manantial de aguas sulfurosas que suerte a los Baños de Retortillo.
Para contrarrestar esta impresión, siempre nos quedan los Baños que ayudan a los visitantes a mejorar su salud y permiten disfrutar del paisaje y ambiente acogedor.
viernes, 22 de octubre de 2010
RETORTILLO-Baños Rio YELTES
Retortillo es un pueblo de Salamanca, con ascendencia de pueblo importante, situado a 67 kms de Salamanca, en dirección a Ciudad Rodrigo, inmerso en la dehesa salmantina, con numerosas ganaderías apacentadas entre encinares y alcornocales.
Retortillo se complementa con los Baños de su mismo nombre , apostados en la ladera derecha del Rio YELTES , a 5 kms del pueblo, dirección Vitigudino.
El complejo hotelero y sus instalaciones termales gozan de un bello parque integrado por encinas, abetos, membrilleros y variadas enredaderas que le dan colorido y grandes rocas que le dan un toque original.
Tanto el edificio de los baños como los dos bloques destinados a residentes se asientan a la vera del río Yeltes, respetando las colosales rocas que le sirven de apoyo en varios puntos de sus cimientos, rocas que incluso se encuentran incorporadas a la piscina cubierta.
El Río Yeltes se abre paso entre un mar de peñascos que frenan su ímpetu en invierno y le ocultan en el verano hasta convertirlo en un rosario de remansos como espejos en los que se miran figurasimaginarias como delfines, ballenas, tortugas o pedestales regios, esculpidos por el agua desde tiempos inmemoriales.
Por senderos que serpean por las lindes de fincas ganaderas, se puede acceder al río, a unos dos kms del balneario, donde se encuentran los restos de algunos molinos de agua y un puente, posiblemente romano, que permite pasar al otro margen del río y descubrir un afluente de similar aspecto que el principal y que también surtía a un molino.
Los peñascos que forman el lecho del río y le flanquean parecen de un espacio sideral, extraterrestre, y que pretenden emular a la Ciudad Encantada de Cuenca.
No es facil encontrar tantos peñascos ni tan grandes como los que se contemplan recostados en el río o dispersos entre los encinares y alcornocales próximos al río, sin que se atisbe la posibilidad de cultivar algún huerto o pradera y raramente se ven chopos o fresnos.
No obstante es agradable pasear por el recinto de la finca del Balneario e incluso por los alrededores, que permiten contemplar vacadas y piaras de cerdos ibéricos, como la dehesa de El Pito, admirar el complejo termal desde el puente del Yeltes y las colinas festoneadas de encinas en compañía de las peñas dormidas a sus pies.
Retortillo se complementa con los Baños de su mismo nombre , apostados en la ladera derecha del Rio YELTES , a 5 kms del pueblo, dirección Vitigudino.
El complejo hotelero y sus instalaciones termales gozan de un bello parque integrado por encinas, abetos, membrilleros y variadas enredaderas que le dan colorido y grandes rocas que le dan un toque original.
Tanto el edificio de los baños como los dos bloques destinados a residentes se asientan a la vera del río Yeltes, respetando las colosales rocas que le sirven de apoyo en varios puntos de sus cimientos, rocas que incluso se encuentran incorporadas a la piscina cubierta.
El Río Yeltes se abre paso entre un mar de peñascos que frenan su ímpetu en invierno y le ocultan en el verano hasta convertirlo en un rosario de remansos como espejos en los que se miran figurasimaginarias como delfines, ballenas, tortugas o pedestales regios, esculpidos por el agua desde tiempos inmemoriales.
Por senderos que serpean por las lindes de fincas ganaderas, se puede acceder al río, a unos dos kms del balneario, donde se encuentran los restos de algunos molinos de agua y un puente, posiblemente romano, que permite pasar al otro margen del río y descubrir un afluente de similar aspecto que el principal y que también surtía a un molino.
Los peñascos que forman el lecho del río y le flanquean parecen de un espacio sideral, extraterrestre, y que pretenden emular a la Ciudad Encantada de Cuenca.
No es facil encontrar tantos peñascos ni tan grandes como los que se contemplan recostados en el río o dispersos entre los encinares y alcornocales próximos al río, sin que se atisbe la posibilidad de cultivar algún huerto o pradera y raramente se ven chopos o fresnos.
No obstante es agradable pasear por el recinto de la finca del Balneario e incluso por los alrededores, que permiten contemplar vacadas y piaras de cerdos ibéricos, como la dehesa de El Pito, admirar el complejo termal desde el puente del Yeltes y las colinas festoneadas de encinas en compañía de las peñas dormidas a sus pies.
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