miércoles, 5 de diciembre de 2012

LA CONSTITUCION EN SOLFA

Hay autonomías que están batiéndose en duelo con el Estado español.
El Estado español está legitimado por la Constitución de 1978 y es un Estado democrático, social y de derecho.
En el Título VIII se regulan las Autonomías, que vienen a ser divisiones territoriales del pais llamado España.
Por los Estatutos autonómicos se les reconocieron una serie de competencias y otras se les han reconocido con posterioridad.
Pero estas Autonomías están pobladas por ciudadanos españoles, residentes en cada autonomía sin dejar de ser españoles, aunque algunos lo nieguen o se averguencen.
El Estado español, por medio del Gobierno Central, elegido democráticamente por los españoles, gobierna sobre las Autonomías, a las que representa a nivel nacional e internacional.
Los gobiernos autonómicos, deben gobernar a sus administrados en el ámbito de sus competencias, delegadas por el poder central.
El Gobierno de España, por tanto también de las Autonomías, gobierna para todos; el Parlamento legisla para todos y el Poder Judicial juzga sobre todos los ciudadanos españoles.
De lo que se desprende que los poderes autonómicos dependen de los  Poderes del Estado español y , en consecuencia, están a ellos subordinados.
Las leyes y sentencias han de ser acatadas por todos y no cabe discriminar a unos ciudadanos de otros.
¿ Cómo pueden los gobiernos o partidos autonómicos plantear un duelo de poderes a los poderes del Estado?
¿Cómo se explica que desafían al Estado, afirmando que no acatarán determinadas leyes o sentencias?
¿ Cómo es posible que ciertos líderes con aires de reyezuelos osen  retar al Estado y pueda salirles gratis su desobediencia insolente?
¿ Han calibrado el ejemplo que dan a sus ciudadanos incitándoles a la desobediencia civil y la insumisión?
¿ No les saldrá el tiro por la culata, y sus administrados, siguiendo su ejemplo, se nieguen a cumplir sus instrucciones?
¿ Cómo osan equipararse al Gobierno Central?
No puede ni debe el Estado recular ni achantarse ante las bravatas de esos supuestos reyezuelos, envalentonados por la debilidad de algunos gobernantes ya amortizados.
Ello avergonzaría y humillaría al resto de los españoles.
El origen del desacato a los principios constitucionales radica en los privilegios reconocidos o concedidos en negociaciones espúreas e injustas.Estos privilegios adjudicados a algunas autonomías son incompatibles con los principios de igualdad y solidaridad de todos los españoles, puesto que todos somos iguales ante la Ley.
Si se ha de modificar la Constitución, hay que dejarse de paños calientes y  hay que acomodarse al Derecho Comunitario y dejarse de provincianismos y clanes de poder que están lastrando el gobierno y la convivencia entre todos los españoles.
Si los poderes del Estado no son capaces de hacer cumplir Leyes y Sentencias en todo el territorio español, este pais no sería digno de llamarse España y flaco ejemplo sería para el resto de los españoles que sí  respetan  el Ordenamiento Jurídico y a sus Gobernantes.