El 11 de marzo de 2004 es una fecha inolvidable por los daños causados a tantas familias inocentes, víctimas sin causa.
El fin justificó los medios, lo que es inadmisible en democracia.
Desacreditar a u n Gobierno democrático para favorecer los intereses electorales de otro partido más condescendiente con los intereses de los inspiradores, encubridores, cómplices o autores.
Manipulación en campaña electoral, utilización de las víctimas en el día de reflexión, culpando al Gobierno de los atentados etc.
Ocultación de información , negligencias de funcionarios, manipulación de las pruebas relacionadas con los componentes de las bombas, etc.
Menos mal que hay conciencias insobornables y técnicos que van poniendo en evidencia ciertas contradicciones que pueden arrojar luz sobre lo sucedido, aunque ya no se pueda evitar la masacre.
Gracias a las Asociaciones de Víctimas que , con dolor y con su dinero, han `proseguido incansables en la búsqueda de la verdad ansiando que se haga justicia con sus seres queridos asesinados por caprichos de desalmados, sin someterse a lo políticamente correcto.
Ojalá que la verdad desenmascare a los culpables y que nuestros seres queridos descansen en PAZ.
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