lunes, 30 de noviembre de 2009

MOLINOS DE ORO.NOCEDA DEL BIERZO-TARAMUNDI

Noceda presume de tener una ristra de molinos movidos por la abundante agua que discurre por sus presas y acequias.
El agua y el grano eran la base de la economía y la alimentación en zonas rurales, siendo el trigo como el oro, moneda de cambio y trueque.
Pero hay lugares en los que los molinos son el motor del turismo rural, generadores de ingresos y de puestos de trabajo en tiempos de crisis, con una exposición sencilla y amena.
Los molinos son testigos del progreso tecnológico del hombre en las zonas rurales.
Un ejemplo a imitar es el Museo Etnográfico de Mazonovo y Os Teixois en el pueblo de Taramundi, a 18 kilómetros de Vegadeo (Asturias).
En ellos se exhiben distintos modelos de molinos que ha utilizado el hombre, evolucionando desde el que molía el grano machacándolo sobre una piedra hasta los de aspas verticales y horizontales.
En Mozonovo confluyen dos rios, el que alimenta este museo y el que surte de agua a Os Teixois.
La musicalidad del agua ambienta el recinto y el recorrido del rio y la presa hasta el embalse.
Si a ello se unen las lágrimas de los árboles en dias de lluvia, el paraje resulta bucólico, armonioso y acogedor.
La visita comienza con un documental sobre la evolución de los molinos, su conservación y mantenimiento y continúa con el recorrido por cada uno de ellos, permitiendo ponerlos en funcionamiento como si fueras el molinero. Esto colmaba la curiosidad de los niños y mayores.
Además, con el nº de la entrada, tienes la oportunidad de participar en un sorteo de lotería.
En Os Teixois. próximo a Mazonovo, el bosque,el paisaje y el rio resultan paradisíacos.
Es como el complemento de Mazonovo, con una fragua que emula a la Herrería de Compludo, en las proximidades del Acebo (León).
Culmina con un artefecto, compuesto por tablones, unos postes y unas mazas, de madera, que movido por la fuerza del agua, golpeaba los feijes de lino para propiciar su uso en telares.
Unos cobertizos de madera y paja, han sido convertidos en merenderos, bar y restaurante, teniendo que reservar hora para poder comer el cordero o el cabrito a lo casero.
Esta imagen me devuelve a Noceda, donde la presa que nace en el Mouro, mueve una serie de molinos, parte de los cuales han sido restaurados y pueden verse en funcionamiento.
Los molinos de los Pozos, asi llamados porque a sus lados había unos pozos en los que se sumergía el lino para abastecer a los telares que entonces abundaban en Noceda, todavía conservan una especie de círculo de piedra a su lado donde retienen agua, como testigos de aquellos pozos para el lino.
En la cabecera de la presa (en el Mouro), se encuentra la que conocemos como la Fábrica, que superaba la capacidad de los molinos al poder mover varias ruedas de molino a la vez y que hoy se encuentra paralizada y unicamente mueve una serrería y produce luz para autoabastecerse.
Podría ser interesante para fomentar el turismo en Noceda, conexionar la ruta de los molinos con la fábrica, constituyendo en ésta el nucleo del Museo y complementándola con un restaurante -merendero, cuya especialidad fuera la trucha en verano y el botillo u otros productos de la tierra en invierno.
Si esto se coronara con la construcción de un embalse en la Custrolla, aprovechando la concentración parcelaria, podría competir con Taramundi.
Comprobé asombrado, cómo a un lugar tan agreste y con motivo de unos molinos, acudían tantos visitantes y comensales en un día lluvioso.
Es cuestión de inciativa y proyección de futuro.

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