Impresiona la atención y el cariño que las guias de las excursiones programadas por Mundo Senior dispensan a los visitantes peninsulares.
Se desviven por agradar y satisfacer las curiosidades que despiertan el interés del visitante.
Se han documentado al detalle y han asumido con tanto interés y esmero su cometido que transmiten su información como verdaderas embajadoras del acervo canario.
Te presentan las excursiones describiendo los lugares a visitar como si fueras a descubrir el paraiso o el tesoro perdido.
Cualquier rincón, mito o historia de los guanches es revestido de misterio y trascendencia.
No escatiman la oportunidad de imbuirte en el folclore canario, organizando fiestas canarias con grupos musicales que te obsequian con sus isas, folías etc y hasta con exhibiciones del carnaval, con mujeres despampanantes luciendo las galas típicas de los famosos carnavales isleños.
Te pasean por pueblecitos, como Icod de los Vinos, donde muestran su joya predilecta, el Gran DRAGO, o Garachico, donde el volcán vomitó tanta lava que casi lo desapareció del mapa, sepultándolo.
Especial mención merece La Candelaria, pueblo costero, con sus playas y paseos, la basílica de la Virgen de la Candelaria y los nueve colosos de piedra, caudillos menceyes de los guanches, míticos guardianes de la Basílica.
Por su ubicación y singularidad, destacaré la aldea de Taganana, asida al acantilado, al pie de una montaña abrupta con una sinuosa carretera, en la que se ofrece pulpo frito y hay un restaurador llamado Domingo , conocido por "el cura, por el discurso beatífico de bienvenida a los comensales.
Sobre todos los monumentos y lugares típicos, destacan las guias, conocedoras a fondo del paisaje y de cada rincón, y así cantan a la laurisilva, las urces gigantes, los brezos etc, y a las palmeras, plataneras y viñedos, además del Drago.
De capital importancia es consumir PAPAYA, según su exposición, de la que contaron numerosos milagros en la cura de variadas enfermedades o dolencias, todo avalado por testimonios de galenos y pacientes famosos.
Como colofón a estas pinceladas canarias, cabe resaltar las palabras de despedida de guias, camareros, comerciantes, restauradores etc que en forma de súplica o plegaria, desgranaban como un clamor diciendo:"Vuelvan pronto por favor, porque si no, moriremos" Les necesitamos,gracias a ustedes tenemos trabajo unos meses" Gracias por venir. Les esperamos pronto".
Lejanas en lontananza, donde la mirada no alcanza, pero cercanas en el corazón porque la distancia no es razón para no volver y agradecerles su cálida hospitalidad.
Se desviven por agradar y satisfacer las curiosidades que despiertan el interés del visitante.
Se han documentado al detalle y han asumido con tanto interés y esmero su cometido que transmiten su información como verdaderas embajadoras del acervo canario.
Te presentan las excursiones describiendo los lugares a visitar como si fueras a descubrir el paraiso o el tesoro perdido.
Cualquier rincón, mito o historia de los guanches es revestido de misterio y trascendencia.
No escatiman la oportunidad de imbuirte en el folclore canario, organizando fiestas canarias con grupos musicales que te obsequian con sus isas, folías etc y hasta con exhibiciones del carnaval, con mujeres despampanantes luciendo las galas típicas de los famosos carnavales isleños.
Te pasean por pueblecitos, como Icod de los Vinos, donde muestran su joya predilecta, el Gran DRAGO, o Garachico, donde el volcán vomitó tanta lava que casi lo desapareció del mapa, sepultándolo.
Especial mención merece La Candelaria, pueblo costero, con sus playas y paseos, la basílica de la Virgen de la Candelaria y los nueve colosos de piedra, caudillos menceyes de los guanches, míticos guardianes de la Basílica.
Por su ubicación y singularidad, destacaré la aldea de Taganana, asida al acantilado, al pie de una montaña abrupta con una sinuosa carretera, en la que se ofrece pulpo frito y hay un restaurador llamado Domingo , conocido por "el cura, por el discurso beatífico de bienvenida a los comensales.
Sobre todos los monumentos y lugares típicos, destacan las guias, conocedoras a fondo del paisaje y de cada rincón, y así cantan a la laurisilva, las urces gigantes, los brezos etc, y a las palmeras, plataneras y viñedos, además del Drago.
De capital importancia es consumir PAPAYA, según su exposición, de la que contaron numerosos milagros en la cura de variadas enfermedades o dolencias, todo avalado por testimonios de galenos y pacientes famosos.
Como colofón a estas pinceladas canarias, cabe resaltar las palabras de despedida de guias, camareros, comerciantes, restauradores etc que en forma de súplica o plegaria, desgranaban como un clamor diciendo:"Vuelvan pronto por favor, porque si no, moriremos" Les necesitamos,gracias a ustedes tenemos trabajo unos meses" Gracias por venir. Les esperamos pronto".
Lejanas en lontananza, donde la mirada no alcanza, pero cercanas en el corazón porque la distancia no es razón para no volver y agradecerles su cálida hospitalidad.
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