domingo, 11 de marzo de 2012

HUELGA LA HUELGA

Huelga decir que los Sindicatos mayoritarios, los amarillos, son la punta de lanza de los partidos políticos de izquierdas.
Sería muy conveniente que se regularizara el derecho a ejercer la huelga, estableciendo derechos y limitaciones a un ejercicio desmesurado e incontrolado, con los consiguientes perjuicios para personas y bienes , que con frecuencia se sufren sus abusos y excesos.
No es previsible que esta misión la asuman partidos de izquierda, pues afectaría a sus lanceros.
Por eso siempre han gozado de las graciosas y llamativas subvenciones concedidas por el partido socialista gobernante.
Como no gozan del favor de los púlpitos obispales, los socialistas como Rubalcaba se sirven de los piquetes informativos de que disponen los sindicatos para ayudar a comprender las consignas consensuadas con sus patrocinadores.
Por si las consignas político-sindicales no son recibidas de buen grado, envian a sus esbirros a informar a los pasotas y refractarios con amenazas, palos, palillos en cerraduras, cortes de tráfico, incendio de contenedores o neumáticos, insultos degradantes etc, y todo ello en aras de la libertad sindical y del derecho sagrado a la huelga con patente de corso.
Con los medios de comunicación de que dispone la sociedad, la huelga es un derecho trasnochado y medieval que nada resuelve y más bien perjudica la solución a los problemas planteados.
Es época de negociación y de asunción de la realidad, que exige alternativas y menos fuerza.
La huelga es una exhibición de fuerza ante el poder Legislativo del Parlamento y el Ejecutivo del Gobierno, elegidos democráticamente por el pueblo.
La Reforma Laboral, puede no ser del agrado de los Sindicatos, porque reduce sus poderes, pero no han sido capaces de ofrecer alternativas para salir de la crisis y crear empleo para los más de cinco millones de parados, a lo largo de años de negociación, ni con el partido socialista ni ahora con el Partido Popular.
Se han dedicado a sestear durante años, porque iban a gusto en la burra y era más conveniente no molestar a quien daba las subvenciones , con cargos de representación en Instituciones, Cajas de Ahorro o empresas públicas y cantidad de liberados comiendo la sopa boba.
Durante los siete años de gobierno socialista, a penas una huega y fracasada, había que dar la sensación de que estaban ahí, y no les preocupó el chorro de despidos que desangraba la estabilidad social y económica.
Políticos y Sindicatos, todos contentos.
Ahora se buscan soluciones a los cinco millones de parados, cuyos derechos dicen representar y defender y no se les ocurre otra cosa que convocar una huelga.
¿ Qué van a resolver con la huelga?
¿ Pretenden doblegar al Parlamento?
Los Gobiernos serios y responsables no legislan por capricho ni se achican ante las presiones de quienes no ofrecen soluciones y sólo confrontaciones.
Sería deseable que actuaran de la misma forma, gobierne quien gobierne y no al dictado.

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