El samartino es una forma de denominar la mata o matanza del cerdo y viene a expresar que suele tener lugar por San Martin.
En la actualidad se suele celebrar este acontecimiento en el pueblo como recuerdo de aquella actividad local en tiempos pasados, pues hogaño ya no se crian cerdos en el pueblo y por tanto no se hace la mata.
En aquellos tiempos era una fiesta familiar. Se juntaban las familias de los hermanos y parientes y entre todos realizaban las distintas fases de la matanza.
No olvidaré aquel samartino en el que de postre nos dieron peras al vino y dos chavales cogimos una melopea de órdago y pasado el tiempo, apareció la cecina de burro, del que se habla en este blog.
Paso a describirlo en forma versificada:
Cuando diciembre fenece
y el invierno aparece
un fuerte olor a chamusquina
se percibe en cada esquina.
La matanza se adivina,
pronto tendremos chacina,
el lechón será cebón
y se verá en el arcón.
Son tan ricos tus fiambres
que no reparas en nombres,
aplacas docil las hambres
de los laboriosos hombres.
Gocho, güarro o gorrino,
lo más fino es tu tocino,
puerco, marrano, cochino,
lo mejor del samartino!
Si te miman cochinillo,
si aparentas ser farruco
disfrutarás de verraco
si no, te espera el cuchillo.
Unos hombres muy forzudos
te sacarán del cubil,
y unas mujeres con mandil
recogerán tus menudos.
No son rudos ni bellacos,
lo mismo cortan fuyacos
que le zurran la badana
con badajo a la campana.
Cerdo, guarro o cochino,
tu talante es divino,
ante tu talle me inclino
para tantear tu tocino.
Con un gancho en la mano
sujetan fuerte al marrano,
lo agarran con ahinco
y posa en el banco de un brinco.
El cerdo ha claudicado,
emite fieros gruñidos
con estertores fallidos
que le dejan sofocado.
El matarife hinca el puñal
entre garganta y pecho
del condenado animal,
brota cálido caudal
ensangrentando el lecho.
Una mujer ayudante
copa la sangre abundante
para montar la morcilla
o cocinarla sencilla.
La amenaza se ha cumplido,
el gocho se ha rendido,
la suerte está echada
en lotería amañada.
Bulle el agua en las calderas,
rachones incandescentes
calientan las posaderas
de los crios y adolescentes.
Con calderos y tinajas
bañan al guarro señero,
raspan su cuerpo entero
y las serdas chamuscan con pajas.
Abren al cerdo en canal,
las vísceras y entresijos
anuncian febril bacanal
entre bromas y acertijos.
Lavan tripas en las presas,
las limpian como un jaspe,
es costumbre que las raspe
para despejar sorpresas.
El guapo izan con sogas,
se despojan de las togas,
despiden al penitente
y le dejan al relente.
Descuartizan los bichos,
el lomo será adobado,
se degustarán los chichos
y la orgía se ha acabado.
Paletillas y jamones,
costillas y espinazo
reposan en salazones
en un salado abrazo.
Con los chichos adobados
y los chorizos atados,
al humo serán expuestos
para loar nuestros denuestos.
No olvides el botillo,
no es del cochinillo,
mas si te sientes corajudo,
elige el más cojonudo.
Como dijo Curujedo" hasta con sus andares me quedo".VVV.
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