HOSPITALES-Protocolos opresivos

Cuando ya has hecho el preoperatorio, has autorizado al cirujano y has presentado la autorización de la Cia de Seguros, no ha finalizado el papeleo y aumentan tu presión antes de la operación.

Paciente, además de la enfermedad,
has de padecer indefenso
el agobio en exceso
de ajena responsabilidad.
Paciente, no te veas obligado
a acudir a un hospital
porque para ellos será capital
que te declares subrogado.
Te dirán que es el protocolo,
que si quieres que te operen
debes hacerte el bolo
y dejar que te empapelen.
Si ya firmaste la autorización,
¿ qué pretende la administración?
que autorices al anestesista
por si falla el alquimista.
Aunque tengas cia de Seguros
y autorice la intervención,
no te librarás de apuros,
pues requerirán tu subrogación.
Si autorizaste al cirujano,
¿ no es suficiente someterte
a su agresiva mano
en la antesala de la suerte?
¿ Cómo pretenden operar
si no está desinfectado el quirófano,
si no está acreditado el cirujano,
si el anestesista vacila al sedar?
Pretenden eludir responsabilidades
ante posibles anormalidades,
¿ quién garantiza al paciente
que lo autorizado es lo procedente?
¿Está inmunizado el anestesista?
¿ Es infalible el cirujano?
¿Es el protocolo un mecano
que exculpa al que se despista?
Líbrete tu suerte de este trance,
que tu salud no te falle,
que el protocolo no te alcance,
o te dirán " que se calle".
Si quieres saber qué pasa,
te remiten a administración,
firmas o no hay operación,
si te resistes, te vas a tu casa.
Es penosa la enfermedad,
pero es más humillante
perder la dignidad
por un simple volante.

LAS AGENCIAS ALARMANTES

Estornuda Moodi´s
y todos mudos.
Que viene el coco
con el estreptococo.
Mutatis mutandis
a todos les da canguis
que el ogro durmiente
se levante balbuciente.
Jinetes del apocalipsis,
ya sea Mudis o Fis,
Estaralalbur o Polifemo,
el terror es extremo.
¿Quién se oculta tras las cortinas?
Se mueven entre bambalinas
manejando los mercados de valores
cual marionetas con estertores.
Son como urracas ante el fiambre
o los buitres muertos de hambre,
Pedro, que aventa al lobo
o el chivato que se hace el bobo.
Déjense de monsergas,
que entre chismes y jergas,
quien paga sus juergas
son los parias hartos de murgas.
¿Quién controla a los agentes?
¿Quién da la contraseña?
¿ Por qué enseñan los dientes
y nos ponen a la greña?
¿ Por qué les temen los gobiernos?
¿Son el poder de los infiernos
que subvierten los cimientos
con sus dudosos aspavientos?
¿De qué sirven los ajustes,
para qué las reformas?
Cuando aceptas sus hormas
te amenazan con reajustes.
Imponen medidas acongojantes,
doblegan a nuestros gobernantes,
zarandean con bufas alarmantes
los mercados con olas zozobrantes.
Aparecen en momentos clave,
¿quién maneja el cónclave?
¿ quién hace girar la llave
para que se hunda la nave?
Los gobiernos los consienten,
acatan sus dictámenes,
se somente a exámenes
y a sus exigencias asienten.
¿ Es que son masoquistas,
que no se fian de sí mismos
y necesitan mecanismos
que les pasen revistas?
¿En qué manos estamos,
para qué votamos
si otros poderes extraños
nos golpean con sus amaños?
Pongan coto al mal agüero,
no se rindan al desafuero,
líbrense de los chacales
que amenazan los caudales.
Que los gobiernos gobiernen,
que los mercados negocien,
que asuman sus competencias
y pasen de estas agencias.
Estas agencias omniescientes,
con sus consejos crujientes
acojonan a gobernantes
y revientan los planes saneantes.
Si agotan la calificación
y nos niegan financiación,
¿ se llevarán la prima a su casa
si todo el mundo fracasa.?
¿Hasta cuándo la tabarra?
Dejen de dar la brasa,
váyanse a su casa
y cierren la barra.¡ coj.....!