miércoles, 31 de diciembre de 2008

"GISTREDO"


Gistredo, faro de nuestros destinos
engarzado en el firmamento,
las estrellas serán tu ornamento
frente a los espantajos de molinos.
Gistredo, termómetro natural
de nuestro universo orbital,
modula el pálpito vegetal
del rebosante paisaje rural.
Gistredo, balcón de nuestras miradas,
refugio de pensamientos alados,
anfiteatro de hadas madrinas
aposentadas en verdes colinas.
Gistredo, portento de alas eólicas,
cromado de estampas bucólicas,
tu seduces a los ecologistas
con el eco de tus besos puristas.
Gistredo, gistra, romero y miel,
arándanos para el amigo fiel,
catalizador de pulsos sinceros
en el mar de intereses torticeros.vvv.

¡ FUEGO EN GISTREDO ! NOCEDA DEL BIERZO

En el verano de l965 me encontraba en Bembibre preparando exámen de Reválida de sexto
en la famosa Academia de Don Bérez, y en un descanso, salimos a la calle, miré hacia los Montes de Noceda y me sorprendió ver cómo ardía el monte en las proximidades del Gistredo.
Asustado grité" Fuego en Gistredo", tengo que ir a ayudar a apagarlo.
Subí a Noceda en aquel autocar del Embustero conducido por su hijo Pepín.
Junto al Ayuntamiento, la Guardia Civil reclutaba a vecinos para ir a apagar el fuego.
Me tocó subir con un extintor hasta Gistredo. Allí nos dió la noche, pero el fuego seguía devorándolo todo.
Había gente por los caminos con machao y ramos de roble intentando apagarlo pero la impotencia se apoderaba del personal.
Dirigía la operación Lorenzo "Cin el de Poldo". Se produjo confusión, pues parecía que el que debía cuidar del monte lo encendía (achismaba).Decía que era para hacer cortafuegos antes que llegara el frente, pero el fuego continuó hasta cerca de Quintana de Fuseros.
Lo cierto es que durante días el monte parecía un infierno de fuego, fué pasando y quemando Gistredo,Veneiro,Ferruelo,Xáfara,la Silva,la Fornia etc.
Nunca se supo quién prendió el monte ni se detuvo al culpable.
Por aquella época ICONA había conseguido el derecho a plantar pinos por toda la montaña.Ello le dió patente para prohibir que el ganado subiera al monte a pacer y triscar, sancionando a quienes rebasaran los límites por ellos trazados.
ICONA fue axfisiando la posibilidad de apacentar bueyes y vacas durante el verano en la serranía y después les tocó a los rebaños de ovejas y cabras.
En los años cincuenta había rebaños de ovejas y cabras en los tres barrios de Noceda que superaban las mil cabezas.
El fuego que asoló el monte e inundó los valles de ceniza y humo, castigó al pueblo reduciendo la ganadería y llevándola a la extinción.
El fuego devoró el bosque, las matas de roble, robles centenarios, como los de la Silva, la Fornia tec.
El fuego con su lanzallamas avanzaba abrasando el monte bajo, trepaba por los rebollos hacia el cielo como una erupción volcánica y se deslizaba como un rio de lava en la distancia.
Era un espectáculo de llamas trazando figuras fantasmagóricas en el anfiteatro de la Serranía.Avanzaba incansable como una pisonadora, noche y día, y tragaba urces, robles, piornos etc, como una cosechadora sin vientre.
El cuerpo montaraz se desmembraba como una falla ignea y sólo quedaban cenizas y los arroyos entintados y mudos.
Durante varios dias ardió nuestro monte abastecedor de leña, pasto, agua y aire de vida.El fuego pasó, pasaremos nosotros, pero el Gistredo, la Silva y los otros valles y collados queridos siguen ahí como símbolo de valentía,de aguante y vida.
Hoy se han recuperado y los disfrutamos con una íntima satisfacción.
Aquello fue un cancer que despojó del pelo al monte, y que la madre naturaleza ha regenerado para nuestro disfrute,haciendo honor al nombre de Noceda "no cederá".
Recuerdo que con ocho o diez años subí de excursión a la Reguera de la Fragua y a la Silva con mi abuelo Víctor que aprovecho para cortar algún abedul para hacer madreñas
(galochas) y me llevó a conocer la Fuente Fría, en la Silva, que brotaba al lado de una roca o peñasco, y su agua era tan fría que no se pdía beber un trago.
Muy cerca de la Fuente Fría había grandes robles y el suelo estaba cubierto por una gran alfombra de arandaneras.
Veinte años más tarde fui a visitarla con mis hijos y el paisaje había cambiado totalmente.Fue decepcionante, la roca había sido removida, la fuente no existía, no había robles centenarios y donde hubo arándanos, asomaban pinos cubiertos por una espesa masa de zarzas y monte bajo.Con su desaparición mataron una parte de los gratos recuerdos de mi infancia que no pude mostrar a mis hijos.
El fuego es la mayor amenaza que puede sufrir el monte.
¿ Qué hacemos para prevenir este desastre?.
En los años cincuenta y sesenta no había brigadas de extinción de fuegos ni helicópteros, pero había rebaños de ganado que comían la hierba y la hoja por los montes, lo que reducía la posibilidad de incendios fortuitos por rayos, cristales etc. Se seleccionaban los robles con la corta de fuyacos, había guardas forestales y en lo alto del Gistredo una caseta observatorio( Angel de Paz) sobre todo el entorno
que daba la alerta ante una humareda sospechosa.
Los medios de entonces eran insuficientes y básicos. Este modelo ha sido superado, pues la tecnología y la capacidad económica han mejorado.
Pero, ¿ podemos evitar que se queme nuestro monte?
La Plataforma para la defensa del Gistredo y otros movimientos ecologistas luchan contra la instalación de molinos eólicos por considerar que perjudican a la fauna y al turismo, pero si se quema el monte ¿ qué nos queda?
Son necesarios caminos adecuados que permitan el acceso de vehículos pesados para trasladar personal y medios al lugar del incendio y asi evitar el avance del fuego y garantizar la seguridad de las personas ( recuerden Guadalajara).
La Sierra de Noceda es una de las más ricas en fuentes y en lugares estratégicos podían hacerse estanques o depósitos que sirvieran de reserva de abastecimiento para los helicópteros, sin necesidad de desplazarse hasta los pantanos.
La Concentración Parcelaria, que ya se presenta como una realidad, a la vista de las subvenciones anunciadas como aprobadas, debiera aprovecharse para construir un embalse o pequeño pantano en el Prado de la Custrolla.
Este embalse o Presa garantizaría:
a) Agua suficiente todo el año.
b) Posibilidad de regar otras zonas.
c) Un caudal regular, ecológico, por el río, todo el año.
d) Favorecería a la trucha en el río y a la Piscifactoría (única y excelente).
e) Abastecimiento de helicópteros en caso de incendios, incluso en el casco urbano.
f) Incentivaría el turismo, con embarcadero, pesca, deportes náuticos etc.
g) Beneficiaría a las fuentes y aparecerían otras nuevas.
h) Aseguraría la posibilidad de ampliar las zonas urbanas a la vista del turismo.

Y otras mejoras que no alcanzo a reflejar en esta reflexión.
Hay vecinos que dicen " Noceda está bien así, que la dejen como está, ¿ para qué queremos el turismo que la puede perjudicar?"
Esta postura es cómoda y egoista, ¿ en qué beneficia a Noceda?
¿ Tendremos que volver a ver cómo se quema el monte?

Regañando al fuego:

Fuego que fundes las fornias,
flagelo de flamas fatuas,
fulges en teas de estatuas
persiguiendo vanas glorias.
Fuego que quitas el frío
del pobre y del rico,
¿ por qué afligiste al río
con tu brazo colérico?.
Fuego que acrisolas los metales
y acaricias las manos del mendigo,
por qué devoraste los robledales
despojando los montes de su abrigo?
Fuego que calientas al aterido
y cueces al humilde la comida.
por qué quemaste al ave su nido
y dejaste al lobo sin güarida?.
Fuego que con tus lenguas infernales
alampaste lomas y matorrales,
disfruta en las simas del Averno
y resérvate para el invierno.
Con tus feroces bramidos
dejaste los bosques sumidos
en el llanto y el olvido
sin su vestido florido.
Gistredo, mudo testigo,
sufrió callado castigo
velando al arbol amigo
sin enfadarse contigo.

sábado, 20 de diciembre de 2008

NEVADA EN NOCEDA DEL BIERZO


Entre el 13 y el 15 de diciembre del 2008, descargó en el Valle de Noceda una nevadaque marca época, no se repetía desde el año l973, según comentan los lugareños, año en que fallecieron José Calistro y Carlines y aniversario de la boda de Paco "Pelón".
No fué pelona si no Nevada. Así te cuento:

Por Gistredo y Ferruelo
los cirros copan el suelo,
los nimbos retan a duelo
y emprenden el revuelo.
La niebla, mudo fantasma,
al cielo cubre la cara,
se desliza como el plasma
entre codesos y jara.
El cielo tiende su velo
de grisáceo terciopelo,
mira al campo con recelo
y suelta copos al vuelo.
Bate el viento por Fadierno
presagiando el invierno,
los robles tiemblan de miedo
por los aires de Somiedo.
La ventisca en las cornisas
rifa brisas pitonisas,
la nevada tiene prisa
y se viste de poetisa.
Ya blanquean los corones
y se nota en los pilones,
chorrean los canalones
sobre aceras y balcones.
La nieve entra en el valle
con traje azul de novia,
viene luciendo su talle
con pétalos de magnolia.
Los copos bailan la danza
de las moscas cojoneras,
no se libran las regueras
ni las cuestas de Arlanza.
La nieve tie nde su manto,
el campo acoge su llanto,
la flora vista de blanco
y se oculta el barranco.
Nieva con tanto empeño
que hace fruncir el ceño,
¿ será solo un engaño
o nevará como antaño?.
Comentan los lugareños
que en el setenta y tres,
en albores navideños,
llenó las calles de lastres.
La nevada de hogaño
trae recuerdos de antaño,
trazaban trochas trincheras
cual galerías mineras.
Zanjas de metro y pico
a base de pala y pico
para ir a los corrales
y cebar a los animales.
Era normal que en invierno
las deidades del Averno
desafiaran al cielo
cerniendo nieve y hielo.
Hogaño pareció extraño
nevada de tal tamaño,
Noceda quedó bloqueada
con bloques de nieve helada.
La máquina dejó el puesto,
en las calles pintan bastos,
¿ sería por reducir gastos
o no había presupuesto?.
Calles, prados y linares
parecen campos lunares,
polos y mares glaciares
aparcan en nuestros lares.
El magnolio y el pino
se lamentan del castigo,
añoran el sol amigo
para soñar su destino.
La nieve cuaja en Gistredo
garante de nuestro lecho,
abundará el helecho
y brillará el abesedo.
Antes, la zorra en enero
visitaba el gallinero,
en mayo lo hizo este año
causando bastante daño.
De niño hacían la espera
a la raposa artera,
si cruzaba la gatera
ganaba una panadera.
Dicen que el año de nieves
será abundante de bienes,
con estos blancos relieves
todos se dan parabienes. vvv

jueves, 18 de diciembre de 2008

CARRERA DE BURROS-NOCEDA DEL BIERZO



Cada año, en la fiesta de San Bartolo,desde hace más de cincuenta años, se celebra la carrera de burros más famosa del Bierzo y provincia.
La gente acude como a una romería,los coches se amontonan por el pueblo y alrededores, es impresionante el espectáculo y la aceptación del público que regresa cada año para presenciar el desfile de los burros enjaezados.
Durante el festejo se venden rifas para el sorteo de un ternero.
Veamos algunas escenas:

El venticuatro de agosto,
la fiesta de San Bartolo
anuncia frio en el rostro
y se echa el rastro.
Cientos de coches foráneos
acuden como hormigas
con amigos y amigas
para ver a los centauros.
Una carrera de burros
se anuncia por las calles,
resuenan los pasacalles
con chascarrillos cazurros.
Abren paso las carrozas
con ramilletes de mozas.
Los burros enjaezados,
por jinetes azuzados
se situan hechizados
para atacar los trazados.
Salen todos disparados,
unos corren por la Parra,
otros se quedan parados
empinando la barra.
Corren raudos los pollinos
provocando remolinos,
unos trotan trazando hoces
otros rebuznan a voces.
Entre rebuznos y coces,
van recorriendo las calles,
montan jinetes precoces
a lomos de sus talles.
Posan por la pasarela
como vedetes ligueras,
exhiben sus caderas
como vulgar mujerzuela.
Con sus andares chulescos
y sus quijadas perrunas
lanzan rebuznos chulescos
y besos a las tribunas.
La muchedumbre contenta
los laterales ambienta,
se relevan los jumentos
al amor de juramentos.
Pasan burros rezagados
por jinetes hostigados,
con una zarza en el rabo
desfilan sin menoscabo.
Hay jinetes disfrazados
como gueisas japonesas,
al público hacen promesas
de hacerlo organizados.
En la meta, con laureles
coronan a los corceles,
el vino corre a raudales
para mozos y chavales.
La carera ha terminado
con gestos de mucho agrado,
si usted a bien lo tiene,
¡ Hasta el año que viene!.vvv

miércoles, 17 de diciembre de 2008

EL POTRO - en Noceda del Bierzo



Potro tiene varias acepciones o significados como, caballo menor de cuatro años y medio; aparato en el que atormentaban a los presos, y aparato de madera formado por cuatro o más palos gordos enhestados, unidos por travesaños, con un yugo en una de las caras en el que se sujetaba la vaca o el buey para ser herrado.
En Noceda se conservan tres ejemplares.
Bajo el yugo, hincado en el suelo, un poyete sobre el que se colocaba la pata delantera, doblada y atada.
Las patas traseras se colocaban sobre un palo transversal.
Dos de los palos largos transversales, de atrás a delante, llevaban unos ganchos a los que se enganchaban unas correas de cuero anchas y largas que se pasaban bajo la barriga del animal.
Uno de esos palos podía girar y con un tadonjo o palanca se giraba hasta que el animal quedaba suspendido para evitar movimientos bruscos o sacudidas de patas, patadas o coces, y de esta guisa poder herrarlos.
El potro más famoso se encontraba en la fragua del Furil, en el barrio de Vega, al lado de la fuente de la Fragua, donde Pepe el herrero, y antes su padre , cortaba unas chapas de hierro, las calentaba hasta casi fundirlas y con yunque y martillo las convertía en callos o herraduras que ellos mismos colocaban a vacas, bueyes,burros y caballos.
Las escenas allí vividas eran divertidas y como había animales que se ponían muy nerviosos y se movían muy violentos, el herrero o herrador con el martillo le daba unos mamporros y el animal se calmaba.
Estos mandobles iban acompañados de dedicatorias y jaculatorias a Dios, la Virgen y los santos todos, con los que el herrador tenía una confianza a prueba de cabreos y enfados, pues los nombraba con frecuencia, y así conseguía de ellos el poder y la gracia de amansar a las fieras.
El animal era atado al yugo con la cornal, sujetando la cornamenta para evitar calamonazos o cornadas.
Las correas o cinchas soportaban el cuerpo del animal en vilo.
Pata por pata era atada sobre el soporte o poyete y así dejaba las pezuñas a disposición del herrero.
Con un escópolo o una cuchilla en forma de azuela, limpiaba las pezuñas dejándolas reducidas y lisas para asentar los callos o herraduras, uno en cada uña.
Los callos y herraduras llevan unos agujeros y con unos clavos apropiados se adosaban a la uña clavándolos de dentro hacia fuera y se remataba la faena recortando la punta del clavo dándole unos martillazos para que no se desprendiera.
El callo era una chapa con una oreja que se doblaba sobre la uña.
La herradura era propia de las caballerías.
Algunos vecinos, manitas ellos, herraban ellos mismos a sus animales en los potros comunes.Para ello compraban callos y herraduras en la ferretería La Villareja en Bembibre.
En la actualidad podemos contemplar estos potros comunes ubicados , uno junto al puente de Vega, camino de San Justo; el de San Pedro en Chanos y el de Río junto a la fuente del Campín.No se utilizan por falta de actividad agrícola y ganadera y por mor del tractor.
Como son un vestigio que puede desaparecer cualquier día, se merecen estas rimas:

Cuatro postes verticales
en el suelo empotrados,
cuatro palos adosados
a los lados transversales.
Un larguero giratorio
regula el escenario,
el herrero solitario
completa el repertorio.
Con las cinchas enganchadas
y el poyete en la frontal,
solo falta el animal
al yugo atado a horcajadas.
Pende el animal del potro
fingiendo hacer teatro,
el herrero frunce el rostro,
parece un zaparrastro.
Muge el animal mugriento
estresado y sin aliento,
el herrero le da un tiento
y a la fragua da viento.
Encaja fuerte una pata
y con un cordel la ata.
Limpia y lija cada uña
y el martillo empuña.
El callo pone a prueba,
lo corrige y aprueba,
clava clavos uno a uno
y calzado va el vacuno.
Con tanto trato bestial
el herrero, lapidario,
maneja el vocabulario
con alcance celestial.
Con este rural manejo
nos regalan un consejo
"si quieres llegar a viejo
cuida bien tu aparejo".vvv.

lunes, 15 de diciembre de 2008

NOCEDA DEL BIERZO - Bodegas-Fiestas.

Corrían los años sesenta
y corría el vino en las bodegas,
parte se destinaba a la venta
y otra se consumía en juergas.
Se alternaba en bares y bodega,
unos se citaban pa los domingos
otros comenzaban al hondo Vega
al volver de la mina con amigos.
Famoso era el amigo Cañín
que no se cortaba ni un pelín,
la mujer iba celosa a su encuentro
y no paraba hasta verlo dentro.
Célebre fue el divertido Ternín,
con sus muecas,cigarro y un gotín,
reían con ganas los chavalines
que no tenían guiñoles ni cines.
Había huevos en las alacenas,
las gallinas ponían por docenas,
con vino y huevos bien batidos
el ponche excitaba los sentidos.
Agosto es una fiesta,
San Pedro abre la cesta,
la de las Chanas en Vega,
y en Río, San Bartolo pliega.
La víspera del quince de Agosto,
fiesta de la Virgen de las Chanas,
los vecinos ofrecen vino y mosto,
Vega va de bodegas y jaranas.
Parecen estampas de carnaval
escapadas del solar del Codesal,
con carrozas y timbales, los chavales
amenizan rumbosos la verbena,
la orquesta nos invita a la cena
interpretando romanzas locales.
San Pedro lo celebra con el ponche,
azucar,vino y huevos con derroche,
el concurso de siega a güadaña
anuncia el magosto de castañas.
Río, por San Bartolo va de farra,
la carrera de buerros y burras
ofrece genialidades cazurras,
trotando por la calle de la Parra.
Rematan los fuegos artificiales
con vino y sangría a raudales.

NOCEDA DEL BIERZO- TRES BARRIOS

Noceda tiene tres barrios, Vega, San Pedro y Rio. Algunos añaden Triana, por estar al otro lado del río, donde radica la Iglesia, el cementerio y la Residencia de Ancianos además de un Museo, el horno y el Potro.
Pero Triana es una forma de denominar aquella parte del barrio de San Pedro.
Partiendo de estas premisas, digo:

Noceda tiene tres barrios
que unidos forman el pueblo,
en uno decían esgarrios
y en los otros, yo me doblo.
Una ermita en cada uno
y San Pedro para todos,
bautizan en ésta todos,
la del Cristo pa ninguno.
En Rio la de San Bartolo,
en San Pedro el advíncula,
en Vega la de las Chanas
y cada una tiene su fiesta.
San Pedro tiene el lagar,
Vega tiene un palomar,
Rio, la piscifactoría
y un Camping de categoría.
San Pedro es la capital,
el Ayuntamiento es vital,
y la Iglesia Parroquial
anima el trato coloquial.
Río nos reparte el agua
y Vega ofrecía la fragua,
San Pedro que es muy serio
nos guarda en el cementerio.
San Pedro atiza el horno,
Rio aporta castañas,
Vega también las apaña
en los Campos, del entorno
en la Cooperativa de castañas.
Hubo escuelas en San Pedro y Vega,
a San Pedro bajaban los de Río
y como con el tiempo todo llega
ahora una acoge al gentío.
Tres cantinas de peso,
la de Poldo como el concejo,
la del Tasquiero pal vencejo
y en Vega,la de Travieso.
Había olores a sardinas,
náipes y orujo en las cantinas,
repiques de campaninas
y concejo en las Fontaninas.
La cigüeña anidaba en los castaños,
los estorninos chirriaban en los chopos,
las ranas croaban en los charcales
y los lobos aullaban por Ñavales.
El frondoso Camping de Chanos,
la Residencia de Ancianos
y la Cooperativa en los Campos,
son testigos de estos tiempos.vvv.

domingo, 14 de diciembre de 2008

DE NOCEDA DEL BIERZO A NOCEDO

Vivencias del viaje al balneario de Valdelateja y aledaños, entre ellos el pueblo de NOCEDO que suscitó la curiosidad, por si surgía el idilio.La última semana de noviembre nevó como en Noceda del Bierzo y además con persistencia.

Desde Burgos por Páramo de Masa
se llega al pueblo de Valdelateja,
por entre cañones el Rudrón pasa
y del Balneario rumboso se aleja.
Por mor de Valdelateja
un balneario se cobija
como preciosa sortija
de prometida pareja.
Protegido está el balneario
por castillos naturales,
huele a recinto templario
con remedios medievales.
Corredores de picachos,
grazna libre la corneja,
el cielo cierne penachos
por los riscos de valdelateja.
Surca la sierra el Rudrón,
en busca del Ebro niño
acompaña en el empeño
al termalista rondón.
El Rudrón el agua apresa,
cubre su cara de espuma,
camuflado entre la brvuma
los pies del balneario besa.
Coronando picachos y cañones
Centola y Elena asientan su trono,
a Valdelateja libran del trueno
y al cielo elevan oraciones.
Cae la nieve bailando
en la copa del balneario,
el río Rudrón, relicario,
el agua lleva cantando.
La niebla pasa corrida
sorteando Valdelateja,
en el balneario anida
y se ofrece en bandeja.
En dirección a Sedano
nos desviamos a NOCEDO,
es un pueblico serrano
cobijado en un roquedo,
tiene el mostacho nevado
pero el amor no ha cuajado.
A la vera de Covanera
el Pozo Azul te espera,
aflora agua a borbotones
y fluye un río de cojones.
Si vas a Valdelateja
visitarás Orbaneja,
catedral de cataratas,
un río de aguas subterraneas
en molderas instantaneas
brota de entrañas remotas.vvv.

EL SAMARTINO en Noceda del Bierzo

El samartino es una forma de denominar la mata o matanza del cerdo y viene a expresar que suele tener lugar por San Martin.
En la actualidad se suele celebrar este acontecimiento en el pueblo como recuerdo de aquella actividad local en tiempos pasados, pues hogaño ya no se crian cerdos en el pueblo y por tanto no se hace la mata.
En aquellos tiempos era una fiesta familiar. Se juntaban las familias de los hermanos y parientes y entre todos realizaban las distintas fases de la matanza.
No olvidaré aquel samartino en el que de postre nos dieron peras al vino y dos chavales cogimos una melopea de órdago y pasado el tiempo, apareció la cecina de burro, del que se habla en este blog.
Paso a describirlo en forma versificada:

Cuando diciembre fenece
y el invierno aparece
un fuerte olor a chamusquina
se percibe en cada esquina.
La matanza se adivina,
pronto tendremos chacina,
el lechón será cebón
y se verá en el arcón.
Son tan ricos tus fiambres
que no reparas en nombres,
aplacas docil las hambres
de los laboriosos hombres.
Gocho, güarro o gorrino,
lo más fino es tu tocino,
puerco, marrano, cochino,
lo mejor del samartino!
Si te miman cochinillo,
si aparentas ser farruco
disfrutarás de verraco
si no, te espera el cuchillo.
Unos hombres muy forzudos
te sacarán del cubil,
y unas mujeres con mandil
recogerán tus menudos.
No son rudos ni bellacos,
lo mismo cortan fuyacos
que le zurran la badana
con badajo a la campana.
Cerdo, guarro o cochino,
tu talante es divino,
ante tu talle me inclino
para tantear tu tocino.
Con un gancho en la mano
sujetan fuerte al marrano,
lo agarran con ahinco
y posa en el banco de un brinco.
El cerdo ha claudicado,
emite fieros gruñidos
con estertores fallidos
que le dejan sofocado.
El matarife hinca el puñal
entre garganta y pecho
del condenado animal,
brota cálido caudal
ensangrentando el lecho.
Una mujer ayudante
copa la sangre abundante
para montar la morcilla
o cocinarla sencilla.
La amenaza se ha cumplido,
el gocho se ha rendido,
la suerte está echada
en lotería amañada.
Bulle el agua en las calderas,
rachones incandescentes
calientan las posaderas
de los crios y adolescentes.
Con calderos y tinajas
bañan al guarro señero,
raspan su cuerpo entero
y las serdas chamuscan con pajas.
Abren al cerdo en canal,
las vísceras y entresijos
anuncian febril bacanal
entre bromas y acertijos.
Lavan tripas en las presas,
las limpian como un jaspe,
es costumbre que las raspe
para despejar sorpresas.
El guapo izan con sogas,
se despojan de las togas,
despiden al penitente
y le dejan al relente.
Descuartizan los bichos,
el lomo será adobado,
se degustarán los chichos
y la orgía se ha acabado.
Paletillas y jamones,
costillas y espinazo
reposan en salazones
en un salado abrazo.
Con los chichos adobados
y los chorizos atados,
al humo serán expuestos
para loar nuestros denuestos.
No olvides el botillo,
no es del cochinillo,
mas si te sientes corajudo,
elige el más cojonudo.
Como dijo Curujedo" hasta con sus andares me quedo".VVV.

viernes, 12 de diciembre de 2008

LA VENDIMIA en Noceda del Bierzo


Septiembre y octubre se dan la mano,
las cepas exhiben sus ubres llenas,
han concluido en las eras las faenas
y reposa en las paneras el grano.
Refresca el tiempo y un día temprano
madruga la familia y el ganado,
el carro con la lona engalanado
comienza el viaje a un lugar lejano.
Con paso firme y parsimonioso
van mellando guijarros del camino,
la carretera marca el destino
y el rio nos acompaña celoso.
Por los Campos, las minas y Arlanza,
Viñales está a tiro de lanza,
ya trepan los carros al altollano
y el Calvón se divisa en altozano.
Despiertan resplandores otoñales
en las cuestas doradas de Viñales,
los vendimiadores cogen los cestos
y prestos se dirigen a sus puestos.
Las viñas emulan alfombras persas,
penden los racimos con uvas tersas
cual mostadas de perlas engarzadas
en los tallos de las cepas amadas.
Con una mano se palpa el racimo
cual mama de zagala casadera,
con la otra manipula la tijera
y un beso le da con mucho mimo.
Paisaje revestido de colores
con racimos tintos, blancos y rojos,
aviva libidinosos antojos
en las manos de los vendimiadores.
Festín real de dioses mitológicos,
orgía de colores afrutados,
purpúreos,violáceos y dorados,
Baco preso en solares bucólicos.
Con tijera o navaja de Albacete,
los cestos y talegas acolmadas,
a las espaldas y sin almohadas,
por las sendas las sube el mozalbete.
El carro encerado está preñado,
el personal ya parece cansado,
es hora de almorzar en cuclillas
y dejar que reposen las costillas.
Si manjares son las uvas catadas,
las patatas con bacalao y viandas
las fuerzas recuperan remozadas
y por los vallados van en volandas.
Por las laderas, los vendimiadores
vocean " ahí va la liebre pendeja",
observan cautos los alrededores
y un gracioso gritó"le dí en la oreja".
Con el jerez y la mencía en la cesta
sólo quedan racimos de garnacha
que con el grannegro el carro se atesta
y de esta guisa emprendemos la marcha.
Regresan los carros atesorados,
de néctar y ambrosía atiborrados,
el lagar le cantará un pasodoble
y envejecerá en cuba de roble.
Para no se picar, hay que trasegar,
la cuba has de azufrar y fregar,
el miedro doce cántaros llenará
y en odres a Urdiales llegará.Veni,vidi, vinci.

TRILLA DEL TRIGO en Noceda del Bierzo


¿Por qué se distingue la trilla del trigo de la del centeno?
El centeno es de caña más larga y es flexible, por ello sirve para atar los manojos como garañuela, para hacer velortos o para techar los pajares o payozas en lugares típicos del Bierzo como Los Ancares.
En Noceda hubo corrales o pajares con techumbre de paja hasta hace poco más veinte años.
La paja del centeno, semitrillada, se llevaba al pajar y se mezclaba con hierba seca( heno), ya que en verde se llamaba forrage o ferraina, para alimentar el ganado y el resto servía para mullir el corral.Por cierto, mullir era echar paja a la cama del ganado, muñir era igual que ordeñar.
El trigo es de caña más corta, muy fragil y quebradiza.Se trillaba a parte del centeno y se hacía pueisa que mezclada con salvao o remolacha servía de pienso.
El trigo no se majaba a piértio sino que se trillaba propiamente.
Con morriña y remembranza, dejo estas rimas:
Tendíase el trigo en círculo
para con un rústico vehículo
circundar su tosca circunferencia
con un derroche bestial de paciencia.
Una pareja de vacas bardinas
arrastran con poliendas cansinas
unos maderos rudos y verrugosos
desbrozando senderos farragosos.
La yunta gira y gira enderredor
arrastrando el trillo desgarrador
y un niño estresado de sudor
sostiene una pala de gladiador.
Con la pala, tridente de Neptuno,
recoge el niño la tierna moñica
que el desvergonzado animal vacuno
ceprina y con el rabo repica.
El trillo con sus riestras de dientes
va triturando las mieses molientes
y con muchas vueltas y revueltas
el bálago y las grancias quedan sueltas.
Con la ayuda del bieldo y el baleo
va concluyendo el penoso rodeo,
la pueisa al carro con angarillas
y las quilmas ponen fin a las trillas.
La famosa fuente de La Llaviada
refrescaba la trilla acalorada
y el cercano manantial de la Poza
consolaba al zagal y a la moza.
Pinteaban los racimos en la Viña,
la cigüeña claqueaba con sordina
mientras el vencejo y la golondrina
acosaban al viento en veloz riña.
Las eras del Tornal ya son historia,
en tiempos pasados sudor y gloria,
hogaño coronadas por las flores
que recuerdan amores y labores.

viernes, 21 de noviembre de 2008

LA MAJA del Pan en Noceda del Bierzo


Maja se deriva de majar que significa machacar.
En los años cincuenta, el pan o mies se segaba a mano, es decir sin maquinaria.
Igualmente se majaba de forma tradicional, sin maquinaria, hasta que en los años sesenta se introduce la maquinaria que siega, maja, trilla, cosechadora etc.
Para realizar esta faena, la gente madruga y recorre el camino a la era del Tornal, a pie y en carro.
A primera hora, comienzan a desarmar las medas y morenas y a tender la parva.
El ambiente es de trabajo, laboreo, chistes, cuentos, bromas, calor, polvo etc.
En estas circunstancias se desarrolla la faena y como recuerdo de aquella tarea
que ya ha desaparecido, le dedico estos versos:

Amanece en el Tornal,
la era parece un fanal,
rimas, medas y morenas,
pináculo de colmenas.
Ya mujen bueyes y vacas
uncidos con las cornales,
niños, hombres y chavales
van reuniendo las sacas.
Camino de la Previda
se forma la comitiva,
parece gente perdida,
sin rumbo, a la deriva.
Por la cuesta de la Viña,
rebasada la Llaviada,
va cantando una niña
al compás de una iguiada.
Ya confluyen los actores
en el campo de labores,
se encaminan a su era
con los sacos por montera.
Un chaval trepa a la meda,
saca el palo cenital,
los manojos desenreda
en la cúspide orbital.
Vuelan flojos los manojos,
al suelo caen de hinojos,
acuden los majadores
a soltar los voladores.
Todos trajinan de prisa,
se remangan la camisa
y entre bromas y veras,
se desatan las polveras.
Extienden los majadores
los manojos por el suelo,
los que fueron segadores
pronto obtendrán el muelo.
Espigas con las espigas
en el centro como amigas,
la parva está tendida
y la cuadrilla erguida.
Los majadores, de frente,
izan los piértios al vuelo,
el manal frena el revuelo,
la manueca cae contundente.
Las espigas sueltan granos,
uno escupe en las manos,
todos doblan al compás
y dan un paso atrás.
A la parva dan la vuelta,
reanudan el vapuleo,
la paja ya está suelta
y da comienzo el ajetreo.
Han ganado el almuerzo,
ya llega el refuerzo,
la calabaza del vino
les señala el camino.
A la sombra de un castaño
se sientan sin escaño,
sacan viandas del capazo
a la espera del lechazo.
Tienen la barriga farta
y les aguarda la tarta,
hacer los cuelmos de pajas
y pequeñas zarandajas.
El granazón se separa
y el balagar se prepara,
la pueisa danza a voleo
y se barre con el baleo.
El muelo está servido,
grano veza y argaña,
el barredero no engaña,
el grano está recogido.
Con la bielda y el viento
se hace el aventamiento,
lo completa la zaranda
al geito de quien la manda.
Con un cajón de cuartal
se atropa el cereal,
la quilma de grano llena
la guinda pone a la faena.
Con la yunta y el carro
se pone fin al cotarro,
queda lista la horquilla
para seguir con la trilla.

Post Data:

La máquina limpiadora
apareció cual la aurora,
redujo los sinsabores
y adelantó las labores.
La majadora sorprendió
a rapaces y mayores,
retumbaban los motores
y el panorama cambió. Fin.

martes, 18 de noviembre de 2008

FUENTES CURATIVAS en Noceda del Bierzo


Es la ruta de las fuentes
un homenaje al agua,
la reguera de la Fragua
se achica y tiende puentes.
Agua que plácida manas
y cálida te derramas
entre las manos humanas,
¿ qué cualidades proclamas?
Agua de la Fuente el Rubio,
con tu delicado efluvio
libras el cuerpo de penas
y la mollera serenas.
Agua de la Fuente de la Doncella,
en tu espejo la niña se ve bella,
sus cabellos atusa con destreza,
destelleantes de salud y belleza.
Agua de la Fuente del Azufre,
que alivias los dolores del que sufre,
tiñes trenzas de tinte tamarindo
tamizando tu tez de tapiz lindo.
Agua de la Fuente del Hierro
que te ocultas en tu encierro,
no disimules tu hermosura
camuflada en la espesura.
Agua de la Fuente Mía
que lloras tu agonía
en el regazo del río,
quizás llegará el día
en que tengas señorío.
Agua cristalina en Las Canalinas,
agua cantarina en la Custrolla,
agua fugaz que en invierno arrolla
y se desborda al vadear las minas.
Agua que apagas el fuego
y das cobijo a las truchas,
una presa haría juego
y las ventajas serían muchas.
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Agua, fuente de oro verde,
savia camaleónica,
en la selva amazónica
tu mesura se pierde,
Agua que fluyes en fuentes
y brotas en flores bellas,
ninfa de magias latentes
al fulgor de las estrellas.
Agua en copos de nieve
que al sol plagia su relieve,
agua en el hielo presa
que la luna llena besa.
Agua que besas el beso
y equilibras el peso.
Agua que liban abejas
y en la miel te reflejas,
agua que vuelas en nimbos
y te meces en los limbos,
agua que siembras granizos
y te escondes en carrizos.
Agua de nieve y lluvia,
linfa de la riba rubia
que te vistes de arcoiris
y ciernes los chirimiris.
Agua que bañas entrañas
y te encaramas en ramas,
agua de formas extrañas,
¿ qué turbias tretas tramas?.
Agua que truenas tormentas
y las nubes alimentas.
Agua de trazas inmundas
que traicionera inundas
de los pobres sus moradas
en el lodo atoradas.
Agua que azotas los vientos,
calmas los campos sedientos
y socorres a hambrientos,
¿ Cómo son tus sentimientos?
Aguas que brotais termales
en borboteantes brocales,
vosotras calmais los males
de los débiles mortales.
Aguas que colmais los mares,
simas y silos polares,
que vivificais hogares
y sois ofrenda en altares.
Agua que en la hoja moras,
¿ son perlas lo que afloras,
o son lágrimas que lloras
por la fragil flor que adoras?.
Agua de vida y riqueza,
ache dos oxigenada,
mimas la naturaleza
y sin ti no crece nada.
Agua que fuiste maná
y vino rico en Caná,
¿ qué Rajá te hizo rehen
mientras se seca el Eden?.
Agua que pares vergeles
y avivas los pinceles,
agua que bates bajeles
y destronas timoneles.
Agua que bailas las olas
tremolando caracolas
en el latir de los mares
batiendo brazos glaciares.
Agua, en tiempos abundante,
¿ qué te hizo el trashumante,
el castor o el elefante,
que ocultas tu semblante?

lunes, 10 de noviembre de 2008

LAS CASTAÑAS EN CRISIS -Noceda del Bierzo


El año 2008 será recordado por la crisis.
Crisis es la palabra más repetida y golpea nuestros oidos a diario.
A nivel nacional e internacional se habla de crisis financiera que repercute en la economía familiar como una plaga de langosta.
Reduce el poder adquisitivo, aumentan los precios de alimentos básicos y bienes, las hipotecas se han duplicado en la cuota mensual a pagar.
Las familias tienden a sobrevivir evitando gastos superfluos, tratando de conseguir algún pequeño ingreso extra y ahorrando lo que puedan para prepararse ante posibles tiempos que obliguen a apretarse el cinturón.
Recuerdan tiempos pasados y desconfían de promesas y soflamas que tratan de dar confianza, pero no corrigen ni controlanlos mercados, los beneficios bancarios o empresariales, los intermediarios etc.
A los agricultores y ganaderos les limitan los cupos de producción, de cereales, cabezas de ganado, leche, etc.
Los precios en origen no cubren los gastos mientras que en el mercado pagamos más de el triple de lo que cobró el agricultor.
En los pueblos que cosechan castañas, este año es desolador por diversas razones.
Por causas climatológicas, los erizos no crecieron lo suficiente y las castañas son pocas y pequeñas.
A esa escasez ha contribuido la enfermedad que afecta al castañar y que avanza año tras año dejando los sotos diezmados.
En los pueblos, a penas queda juventud que colabore con los mayores a pañar las castañas.
La recolección de las castañas es una de las tareas más duras de las que se desarrollan en el pueblo.
Los castaños están próximos a las montañas, en terrenos pedregosos y normalmente empinados.
Las personas han de desplazarse hasta ellos andando o en coche, cuando los accesos se lo permiten y si disponen de vehículo. Ya en el castañar, hay que doblar el cuerpo, doblar los riñones, dicen por allí, pañar una a una con los dedos de las manos por el suelo, entre zarzas y espinos, llueva o nieve o haga un frio de perros.
Muchas veces, esas personas mayores, las paña de rodillas y , ¿ cuanto reciben a cambio? Setenta céntimos por kilo, y eso si las cobran, mientras en el mercado se ofrecen a precios superiores a los tres euros.
Pero además de la escasez, la enfermedad, la infravaloración, la dificultad en la recogida, aparecen las alimañas como corzos y jabalies, que en manadas se comen las castañas como ladrones nocturnos.
Las castañas han ayudado a las familias humildes a superar dificultades económicas,
aunque el precio recibido no compensa los sacrificios de recogerlas, pero la necesidad obliga, y las castañas se lo merecen.Quizás sea de aplicación aquel dicho de que " estamos matando la gallina de los huevos de oro".
Pero este año ha sido desalentador, pues todas las circunstancias mencionadas están desanimando a la gente a seguir cuidando los castaños.
Si no se toman medidas, como combatir la enfermedad, mejorar el precio en origen y responsabilizar a los Cotos de caza y la Administración por no controlar la cazza mayor, causando daños a los particulares que en nada se benefician de la actividad cingética, será una actividad y una riqueza condenada a desaparecer a corto o medio plazo.
Esta situación recuerda refranes populares como "A perro flaco todas son pulgas" y "Eramos pocos y parió la abuela".
¡Viva el magosto y el marrón glassé! pero, ¿ esperamos a que escampe ?.......

jueves, 30 de octubre de 2008

LA SIEGA DEL PAN en Noceda del Bierzo

Amanece muy temprano,
está Julio avanzado,
es tiempo de siega a mano
para el mozo avezado.
Una cazuela de caldo
y un trago de aguardiente
hacen al chico valiente,
no necesita rescaldo.
Con calabaza y hocin
caminan los segadores,
les acompaña el mocin
con aires trovadores.
Ya llegan a los Quiñones,
el cendal dobla sus cañas,
tiemblan las espadañas
y protestan los riñones.
Segadores,¡ al ataque!
A ver quién tiene más saque!
Cada cual blande su hocín
y siega como un mochin.
A su manada hace llave,
para avanzar es la clave,
ya aparece una gavilla
por una y otra orilla.
Los segadores avivan el paso,
el tajo parece un espantajo
al que cortaran el pelo al raso
y le han trasquilado el refajo.
Pero no hay lugar para el relajo,
tienen que engavillar el manojo,
recorren sin resuello el rastrojo
como si trabajasen a destajo.
Las mujeres comparten las fatigas,
siegan y cantan antiguas cantigas,
las amas cocinan ricas viandas
que a los suyos llevan en volandas.
Los segadores posan en cuclillas,
dejan apalambradas las gavillas,
y entre trago y trago de vino
van dando cuenta del buen samartino.
No ha lugar para echar la siesta,
el sol de canícula amagosta,
hay que digerir bien la fullicada
para ganar la cena de empanada.
Los manojos atan con garañuela,
con cuatro de estos forman un carrillo
y para celebrarlo en corrillo,
a la calabaza tañen la vituela.
Para perfeccionar esta faena,
los carrillos emparejan en rima,
y si el tiempo amenaza, se arrima
en forma de torre y es... Morena.

CALDO DE BERZAS -Noceda del Bierzo

El caldo de berzas suele definirse como potaje de verduras y legumbres, aderezado con chorizo, jamón o un pedazo de lacón.
El caldo de berzas en Noceda del Bierzo, constituía el alimento básico y cotidiano en aquellos años cincuenta y sesenta.También era común el cocido de garbanzos, el caldo de vainas y las patatas con bacalao.
En aquellos tiempos iba por el pueblo un vocero pregonando las bondades de la berza de Lugo, y casi todas las familias las cultivaban en sus huertas.No se cultivaba ni se consumían las lentejas. Raramente se utilizaban los pedrelos ni los grelos, estos tan típicos en Galicia.
Por el hambre que quitó y por lo bueno que estaba cuando se le aliñaba bien e iba acompañado de buenos ingredientes, todavía es muy valorado y apetecido hoy en día, razón por la que se merece unos versos:

Con un puñado de berzas tiernas
y una cazuela de judias pintas
se calman las barrigas hambrientas
y se calientan a pelo las piernas.
Si le añadimos tocino y cachelos,
chorizo y un pedazo de lacón,
se codea con el caldo de grelos
y uno se puede dar un atracón.
Con estos ingredientes suculentos,
sazonados con ricos condimentos,
ajo,pimienta, aceite y unto,
podría resucitar a un difunto.
¿ Verdad que el caldo de berzas es sano?
Si pretendes descubrir su secreto
has de preguntar a un viejo berciano
que te lo explicará claro y concreto.
En tiempos de escasez extrema,
con unos pedrelos se hacía crema
y a falta de berzas, Filomena,
con grelos, completaba la cena.
Caldo, divino alimento,
del pobre rico sustento.
A falta de una bula
saciaba solo su gula.
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miércoles, 29 de octubre de 2008

MONTAÑAS DEL TELENO

Las cumbres del Teleno suelen tener nieves perpetuas.En el viaje de León al Bierzola mirada se escapa para ver lenguas de nieve en los abeseos y ahí está el Teleno como testigo de paso a tierras bercianas, amén de sus paisajes y las aguas
de las que surte a rios y arroyos que vasculan hacia tierras bercianas.
Desde sus altares se contempla la comarca de La Cabrera y da vista hacia el Bierzo, permitiendo el acceso a Ponferrada evitando el gran rodeo que significaría pasar por Truchas,Nogarejas,Astorga,Bembibre y Ponferrada.
El haber tenido el placer de recorrer aquellas montañas y valles, aldeas y pueblos como Corporales,Truchas,Noceda, Saceda,Encinedo etc, ha dejado una huella en mi memoria que activa la creación de estos versos que les dedico.

Montañas del Teleno, centinelas
ancladas en el orbe estelar,
contemplan estóicas el tremolar
de torres que emulan caravelas.
Faros de Cabrera y tierras bercianas,
testigos de las legiones romanas
en el expolio cruel de sus entrañas
ajadas como herizos de castañas.
Montañas del Teleno,Corporales,
patena en la platea cenital,
Truchas al alba del astro oriental
y el Morredero, cruz de pedestales.
Montes Aquilianos besan sus manos
pródigas en arroyos rumorosos,
bucólicos paisajes primorosos
ornan celosos sus tronos serranos.
Montañas de tesoros minerales,
surcadas por arroyos y canales,
sirenas engarzadas en el cielo
tocadas con diademas de oro y hielo.
Montañas de brezo engalanadas,
por valles y cañadas troqueladas,
de los montes Aquilianos hermanas
mecidas en las Médulas bercianas.
De sus cumbres y roquedos plateados
sus lágrimas cristalinas coparon,
acueductos en las rocas tallaron
y perforaron sus corazones dorados.
Montañas alfombradas de pinares,
coronadas por neveros glaciares,
derraman sus lágrimas a raudales
por agrestes riscos y robledales.

Montañas del Teleno,
para curar el catarro
no hay mejor galeno
que su miel en el jarro". A Victorino A.

martes, 28 de octubre de 2008

montañas de gistra y genciana

Montañas de gistra y la genciana,
que adornadas de brezos y servales
prodigais remedios medicinales
recomendados por la sabia anciana.
Montañas que contemplais con desgana
los sueños de los débiles mortales
enredados en disputas vanales
manchando esta alfombra serrana.
Montañas que permaneceis calladas,
testigos mudos de nuestras vidas,
extended vuestras manos aladas
y calmad las trasnochadas heridas
que agitan las mentes delicadas
con la hiel de historias removidas.
Quien al final tomó la barca
conducida por el insobornable Caronte
ya pagó su pena a la Parca
que le sumergió en el Aqueronte.

Hogaño, nada nos suena extraño,
el progreso llegó a nuestros lares
con curiosos y audaces juglares
removiendo los rescoldos de antaño.
Las ciencias de la información,
los medios de comunicación
y los partidos en formación
nos comen el coco sin cocción.
Entre el progreso y la ciencia
se filtra la insana insolencia
que sacude la noble paciencia
de los que actuan con prudencia.
Mejor sería saber navegar
mirando al horizonte lejano
sin pretender en la lid doblegar
a quien parece adalid o villano.
Guarda tesoros la naturaleza
que nos ofrece con delicadeza
sin perder por ello belleza
la contundencia de su fortaleza.
Contemos nuestras cuitas con ardor,
demos a lo nuestro su valor,
no perdamos en ello el rigor
y volaremos con mayor vigor.

En conclusión:
"Las aguas de Fadierno
con las de la Silva van,
llegado el invierno
heladas se verán".
"Para nuestro consuelo,
lechuza o mochuelo,
al fin, todos a Revuelo".¡Ea!.

EL MAGOSTO -Noceda del Bierzo


El magosto es típico de los pueblos del Bierzo, sobre todo los más próximos a la montaña, donde el castañar es abundante. Por magosto se entiende el asar castañas en una hoguera, normalmente al aire libre, en la montera.
Con el paso del tiempo, este rito ancestral, ha sido relevado, en parte, por el tambor metálico de forma cilíndrica, en cuyo interior se introducen las castañas y se le dan vueltas con un asidero lateral.Todo ello, colocado sobre el fuego de un pequeño montón de leña . Ello permite asar las castañas con más homogeneidad y hacerlo en la cocina de lumbre bajo y prendiendo el tambor de una pregancia o en un lugar adecuado que evite el peligro de incendio en bienes o personas.
Para llegar al magosto,previamente hay que cuidar los castaños, apañar las castañas y que el tiempo haya favorecido el crecimiento de los orizos.
El magosto es festivo y divertido, pero nuestros castaños están afectados de una enfermedad no controlada todavía y corremos el riesgo de perder estos árboles frutales que tanta hambre quitaron, incluso a los paisanos obligados por los romanos a reventar las montañas de oro, léase Médulas y otras.
A estas ideas trato de darles forma poética, con los siguientes versos:

El Magosto, relicario de Agosto,
calor concentrado en la floresta,
castañas apañadas en la cesta
suspiran por la ambrosía del mosto.
Castañas,lágrimas de oro en orizos,
bombones de aromas seculares,
regalos de dioses, como hechizos
llenan de manjares nuestros hogares.
Sobre un montón de leña atussada,
cual pira a los dioses dedicada,
un relicario de pajas anidadas
las castañas nos ofrece asadas.
Sobre la tierra, piedras en círculo,
un montón de leña y en su corona,
las castañas guarecidas sin lona,
el fuego las asa en el cubículo.
Se enciende la pira magostera,
el humo trenza bucles en la montera,
el fuego con sus llamas resplandece
y el rescoldo sonriente se adormece.
Vamos chavales a pañar castañas,
ya regañan todas las castañales,
coged talegas, cestos y costales
que ya las barruntan las alimañas.
El castaño, crisol enraizado,
del oro extrae su excelencia
y en su ramaje al cielo izado
nos ofrenda en corazones su esencia.
Bajo las bóvedas de los castaños,
arrodillados entre los matojos,
deambulan como seres extraños
en busca de rojos antojos.
Pequeños y mayores, una hoguera,
reunidos todos a la espera,
comentan divertidos sus quimeras
aguardando probar las primeras.
Las castañas, cocidas o asadas,
en el cesto se dejan reposar,
con leche, deliciosas mantecadas,
y en marrón glassé,¡ pa qué glosar!
En los meses de agosto y septiembre,
los castaños engordan su ubre,
y al menguar los soles de octubre
las castañas dejan la enagua libre.
En compensación de estos resuellos,
el magosto culmina con la fiesta
en honor de la castaña tuesta,
uno de los productos más bellos.

Pero no presumamos de bartolos
con la celebración de este festín,
no se cosechará ni un cestín
si los castaños se mueren solos.
Hogaño contemplamos un rosario
ciñendo los lindes de nuestros montes,
pero pronto parecerá un calvario
de cruces secas en los horizontes.
Los castaños lloran perlas de peste
en la soledad del mes de agosto,
si no reparamos este desastre,
NO TENDREMOS CASTAÑAS NI MAGOSTO.

Refranes:
Con magosto de castañas
y cocido de botillo
no hay frio en las montañas
ni se arruga el bolsillo.
Si no llueve en Agosto
no hay Magosto.Víctor.
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viernes, 24 de octubre de 2008

EL LAGAR-MUSEO en Noceda del Bierzo

El lagar, en los pueblos, se parece a los elefantes en la selva. Es el más grande artefacto que en ellos podemos admirar, es raro y escaso, pero si desaparece le faltaría una pieza a la historia del pueblo.
En tiempos pasados, hubo varios lagares en los distintos barrios del pueblo de Noceda, pero con el paso del tiempo, la falta de uso y el abandono, han quedado reducidos a UNO, restaurado y hoy museo relacionado con la vendimia y la estripa de la uva, cuya imagen es digna de amirar.No habrá niño ni mayor que no quede impresionado por tal monumento, herencia de nuestros antepasados y reliquia de lo que fue la cosecha del vino.
Al lagar lo relevó la llamada PRENSA, artefacto que suponía un adelanto, más sencillo de manejar y todo de hierro y a base de tornillos y que podía ubicarse en espacio relativamente pequeño.
Entonces teníamos viñas en Revuelo, La Solana, La Poza, el Castrin,la Paredina,
Arlanza, Viñales etc.En la actualidad no queda ninguna en el pueblo y sólo alguna en
Viñales o Arlanza. Toda esta actividad ha sido absorbida por Cooperativas del Bierzo Bajo que nos lo sirven embotellado. ¡Da pena ver los barbechos y en general toda la agricultura y ganadería que abastecía a Noceda!.
Con estos versos que le dedico al lagar, aspiro a contribuir a que la labor que algunos veccinos han realizado para mantener esta reliquia, perdure para nuestros descendientes. Asi pues, ¡ EA!

Lagar, artefacto descomunal,
monstruo entre petreas paredes oculto
pareces un elefante insepulto
con trazas de gigante colosal.
Entre la rueca y las marranas andas,
amarrado a la hembra te deslizas
por el fuso co n alas levadizas
balanceándote cual ave en volandas.
Una viga gorda y kilométrica
cala como un obus el recinto,
desafía al espacio y la métrica
cual magna columna de Corinto.
En la nariz de la enorme viga,
se cobija amarrada la hembra,
sobre la que gira el fuso de auriga
incrustado en un gran pienso de piedra.
Acopladas al fuso, dos palancas,
manejadas por dos hombres, con tino,
permiten salvar un giro repentino
que pudiera hacer saltar las trancas.
Los racimos, previamente pisados
en el carro vestido de encerado,
por la tronera entran atusados
para prensarlos en el empedrado.
Bajo la ingle del hercúleo falo,
la sartén y un flan de hollejos pelados
cubierto con tablones cruzados
y el mastodonte cede ante el palo.
La lagareta, minúscula pila
donde el pobre pisaba la cosecha
con los pies desnudos a capela
hasta dejarla estripada y deshecha.
Lagar o lagareta no importa
si la vendimia es abundante,
la estripa o la lagarada aporta
el vino para seguir adelante.
Chorros de néctar brotan a raudales,
dulce mosto de aromas naturales,
cosechado en las viñas de Viñales
y en odres y burros iba a Urdiales.
Meandros de mosto desmelenados
se deslizan raudos por las canales
en busca de destinos ancestrales
en cubas de roble atesorados.
Néctar de sabores afrodisíacos,
ambrosía de dioses y paganos,
sello de riqueza en los alvaricos,
refugio de penas de los paisanos. ¡ Aupa!

UN DIA DE PASTOR


Allá por los años cincuenta, el pastor era un personaje común en el pueblo, pues no había pastores profesionales, sino que de casa iba un jovenzuelo de pastor cada día, según le tocara la vecera, en cuanto a cabras u ovejas se refiere.
Si se trataba de vacas, cada familia cuidaba de las suyas a diario y eran los niños los que las pastoreaban por los distintos valles de Noceda, véase La Canalina,
Canareza, Praolobispo, Fuentetorres,Praoleche, Las Fuentes, El Carrizal, etc.
En el verano, se subían a la Sierra novillas y bueyes a pacer libres por los pastizales de Veneiro hasta Urdiales, en cuyo caso se turnaban algunos hombres que solían subir al atardecer para controlarlos y comprobar que estaban bien o si se había extraviado alguno, regresarlo a los pastos.
Por aquel tiempo comenzaba ICONA a embelgar zonas de monte que plantaba de pinos y había dos conocidos vecinos que hacían de guardas forestales, Cin el de Poldo y Pedro Pinón, quienes multaban a los propietarios del ganado que según ellos había entrado en los pinares.Prueba de ello es que el día en que me quedé huérfano de madre
ellos bajaron los bueyes y multaron a varios vecinos.
En aquellos tiempos había en cada Barrio de Noceda, uno o varios rebaños de ovejas y cabras, pues había unas dos mil cabezas de cada y los rebaños de Rio y Sampedro llegaban a coincidir varias veces, sobre todo próximos a sesteaderos.
Como decía el filósofo griego HERÁCLITO " panta rei", "todo pasa", y asi ha pasado tanto que ya no hay rebaños de ovejas ni cabras ni vacas que guardar, ni terneras que llevar al mercado, ni lecheras que recojan la abundante leche que producía el valle de Noceda ni pastores, por supuesto.
Como la añoranza es grande, voy a intentar remedar un dia de pastor a mediados de noviembre, cuando ya se han pañado las castañas, han caido las nueces y está a punto de entrar el invierno atmosférico.
El niño pastor duerme sobre un jergón de paja y a lo mejor , en colchón de lana.
La habitación no tiene techo de tabla, ni de yeso o escayola y si sopla el cierzo o nieva, la manta que cubre la cama se adorna con algún copo de nieve o humea.
Le despiertan muy temprano, las legañasle ciñen los ojuelos y se los refriega con la mano. Los moquillos se los seca con la manga del jersey. Se asea en una palangana y se enfunda su pantalón de mahón o de pana.
Una cazuela de caldo o de leche con pan y un trago de vino caliente con azucar o miel son su desayuno, y a veces de postre un trago de aguardiente, para que el zagal no tenga frio en el cuerpo. Parece una barbaridad hoy, pero entonces era normal tener la bodega al lado de la cocina y qu los niños bebieran vino o probaran la aguardiente, lo que no suponía se hicieran borrachos.
El pastor con su zamarra y su zurrón al llombo camina sin polienda hacia el corral.Hurga en el buraco de la pared en busca de la llave que abra el portón de madera de castaño o de nogal, y arrea las ovejas fuera del aprisco.
Reunen las ovejas al pie de Chanos o del Campín, y la vecera comienza a trepar por los riscos y ganando la Arbolada,Fontanales,el Corón, Valdemartin,el Sardonal,
la Montera, Rozas. Mientras las reses van triscando los matojos y la hierba otoñal,
el pastorcito contempla el paisaje,el ocre de las hojas del chopo y el castaño, los
pueblos que forman el Municipio de Noceda allá en lontananza y el propio valle de Noceda con sus tres Barrios, Rio, Sampedro y Vega, casi unidos, si no fuera por que se interponen La Calea y Los Arcos, que con los años han cedido y realmente están unidos.
Al pastor acompañan y le protegen unos enormes Mastines con sus carrancas al pescuezo que van batiendo los parajes en busca de los lobos, llenando el valle con el eco de sus ladridos. ( Entonces había lobos que atacaban los rebaños.)
Es otoño avanzado y sopla un cierzo que pone pingando al chavalín hasta las galochas.
Un galfarro, posado en un garrancho de nogal, espía sigiloso el pulular del rebaño.
Una ardilla esquiva y desconfiada trepa por el tuero de la nogal en busca de nueces. Con su cola larga, en forma de plumero, sus garras y la agilidad de un pájaro, salta de un árbol a otro como un saltimbanqui circense, dejando pasmado al chaval.
El pastor prueba su puntería, endilga un cantazo a la ardilla y le cae un conjo furón, como premio a su osadía.
El chavalín se saca una ñácara con su dedo de garfio y coge el pendín camino de el Cervatin. Va arreando el rebaño, silva aquella canción que le cató su madre " tengo una vaca lechera" y su perro Chispa ladra a las ovejas y hace que les muerde en las patas para que continuen el camino.Como el trayecto o recorrido es muy habitual, las ovejas ya conocen las sendas y trochas para librarse de urcivillas y piornos.
El sendero amaga a tollo y el chaval se pega un custrapazo, cayendo de bruces.
Se limpia el morro con las manos y seca las manos refregándolas en los pantalones.
Ya aventan el sesteadero de Rozas, donde hay un corro de nogales, una fuente y un merendero,( hoy con bancos y mesas de piedra y barbacoas). Una reguera de agua fresca y juguetona que ameniza comidas y meriendas con el rumor del agua.
Aprovecha el chavalín para arrejuntar un feije de trochos de fuyacos y aguzos y chisca con una cerilla para prender una fogata, y si encuentra unas castañas de rabusco, hará un pequeño magosto.
En la linde del monte, descubre los restos de un retosón de fuyacos y apaña unas cañas y un tuérgano que tal vez levantó el jabalí con el hocico. El can llambrión zascandilea husmeando en el zurrón en busca de alguna migaja o farraspa de merienda.
Un mendrugo de pan, un chorizo y tortilla española era el menú de costumbre que se llevaba en la fiambrera, acompañado con deliciosa agua de alguna de las muchas fuentes que abundan por los montes y valles de Noceda.DE postre, algunos muñían una cabra u oveja y sorbían la leche.
Una carracha merodea por el zurrón y la sacude con rapidez para evitar que le chupe la sangre. Descubre un arañazo en un dedo y se lo encaña con un cacho trapo que lleva en el bolsillo, de pañuelo.
Despachada la merienda, recobra la polienda y aviado con el machao que lleva a la cintura,tala un cantiao en un subiao para apuntalar el pajar.
Se engarria por un castaño y fisga el retozar del rebaño y como anochece temprano, emprende el regreso repasando el camino.
En aquel tiempo podía encontrar arándanos en la Silva ( cuando subían las cabras y manaba la Fuente Fria al pie de una roca), y miruéndanos en los regueros de Rozas o Linares. También podía comer abrunos, moras o alguna manzana carueza.
De soslayo descubre que la oveja Chana acaba de parir un corderín al que lame sin desmayo. Lo aupa en su brazos y seguido de la madre celosa y el rebaño, emprende el regreso a casa por sendas y trochas, salvando las arribancas y el Carruezo de Chanos( lugar donde se arrojaban animales muertos para lobos y alimañas y que lindaba con lo que hoy es el Camping). Ya llega el rebaño al punto de partida donde esperan los dueños de las ovejas.Cada cual gebra su tajo y las arrea a su corral.
El pastorcico, casi derrengado, vuelve a casa con su tajo de ovejas y se encuentra con su padre que le dice " vamos holgazán, coge la guadaña y trae un feije de verde y no te aturulles".
El chaval descuelga la guadaña, la echa al hombro y con un cordel y el cachapo se va al prao.Siega, hace el feije, se hinca de rodillas y se lo sube a la espalda.
Regresa aballongado y echa de comer a los jatos, además prepara la mañiza para el día siguiente, dejándola sobre la pezonera del carro.
Por fin, de cena unos cachelos con tocino, un vaso de leche y .." a dormir!

jueves, 23 de octubre de 2008

HORNO DE PURA en Noceda del Bierzo

¡ Cómo deja el tiempo su huella! La ciencia avanza que es una barabridad, dijo algún lumbreras. Pero este avance casi borra la huella de cosas que vimos y vivimos siendo niños.
Es el caso del horno de leña. Hace cincuenta y tantos años, eran populares el horno de Bernardo en Vega y el de Pura en Sampedro, amén de otros muchos que funcionaban en casas particulares, normalmente al lado de cocinas de lumbre baja,
a las que adornaban las famosas pregancias.
Ello nos permitió compartir la faena y el proceso para llegar a degustar aquel bollo, rosca, hogaza o empanada y a veces, el roscón, sobre todo en las fiestas locales.
En Noceda, hoy, a penas pueden funcionar un par de ellos como muestra o reliquia.
En su honor y como remembranza de aquellos años de niñez, le dedico estos endecasílabos:

Horno de circulares costillares
abovedados hasta los sillares,
hoguera de reflectantes destellos
acrisolados en rojos cabellos.
Forno que finges faces del infierno,
no te creas cacerbero del Averno,
pues propicias tertulias en invierno
a los que esperan saborear pan tierno.
En tu escafandra de paja y barro
engulles con tus feroces fauces
feijes de sarmientos y urces
hasta caldear la corona de sarro.
Con harina y agua de la fuente
vertidos en la masera de madera
se manipula la masa lleldera
con hurmiento hasta que despierte.
En tu vientre de calor abrasador
introduce el hornero el furganeiro,
recorre el recinto acogedor
y coloca la hornada en el eiro.
En tu nido de solera candente
se hornea el bollo y la empanada,
el pan candeal y, de madrugada,
brindas las hogazas de pan crujiente. End.

miércoles, 22 de octubre de 2008

EL MOLINO DE ALVARICO-Noceda del Bierzo


El molino, movido por la fuerza del agua, para moler cereales, ha sido muy utilizado en la villa de Noceda del Bierzo desde tiempos ancestrales y han sido muchos los molinos ubicados a lo largo del valle de Noceda, en una longitud de casi dos kilómetros, dando la impresión desde las alturas, de tratarse de un rosario o ristra de molinos.En tiempos se dice que había unos cuarenta y en la actualidad quedan unos siete u ocho, que integran la llamada ruta de los molinos, la mayor parte de ellos restaurados y con buenos accesos.Esta ruta, en las lindes del rio,
es relajante y bucólica y permite contemplar la abundancia de agua, el paisaje y un rumor musical que le hace acogedor y refrescante.
Por su trascendencia en la vida de este pueblo y los recuerdos evocados de la niñez,intento pergeñar unos piropos.

Molino, artilugio rural,
camuflado en el valle
disimulas con tu talle
tu prodigio ancestral.
Un niño con su pollino
va camino del molino
llevando trigo y centeno
para hornear pan moreno.
Molino que andas mohino
desandando el camino,
tu libras la harina fina
que mata el hambre canina.
El agua por el cañal
va veloz a tu encuentro
y moviendo el cigueñal
gira la piedra dentro.
Las aspas cantan rotando
y una melena blanca
baila revoloteando
al ritmo de la palanca.
Sobre la piedra solera
gira la rueda roquera
y el ferrón caza al rodezno
como el cepo ase al lobezno.
El trigo de la mujega se cuela
y cae al compás del tarabico
al hueco triturador de la muela
para llenar el brandal de Alvarico.
La rueda del molino
gira y gira con tino,
gebra el salvao de la harina
tamizada en piñeira fina.
Molinio sin molinero
es de condueño o se alquila,
gana diezmo o maquila
y es molinero el arriero.
Una quilma de harina
va a lomo del borrico
para engordar la gorrina
o saciarse de pan rico.
En el quehacer de la hacianda
no basta poner polienda,
es menester la molienda
que sustente la vivienda. "molido".

El BOTILLO en Noceda del Bierzo


El botillo suele ser definido como chorizo gordo, lleno de carne de cerdo picada y adobada con mucho pimentón, dulce o picante, en el cual entran algunos huesos picados, y que se hace en casi todo el Bierzo en la época de la matanza, que suele ser en noviembre y diciembre.
El botillo es típico del Bierzo y de ello dan fe las muchas fiestas y celebraciones a nivel local y nacional e incluso la divulgación que del mismo viene realizando nuestro querido y admirado paisano Luis del Olmo en la Radio.
Desde niños hemos visto las matanzas y hemos ayudado a nuestros padres a hacer y curar los botillos y en invierno era muy socorrido hacer un cocido con el caldo que dejaba después de cocerlo durante largo rato a fuego lento.
Los ingredientes más comunes son: trozos de carne picada, trozos de huesos del espinazo,oreja, morro, rabo, todo del cerdo, y los condimentos más utilizados son:
sal, pimentón, orégano, tomillo y algún toque personal en el aderezo.
Durante unas semanas se colgaba en los varales, y se ahumaba con la lumbre de cocina baja en la que solía haber una chimenea de la que pendía la pregancia.
El botillo se suele acompañar en la comida con repollo y patatas cocidos con el
agua en que coció el botillo y con el mismo caldo se hacía una sopa de fideo que se servía de entrada para prevenir el estómago y hacer cama al botillo.
Partiendo de esta intoducción o preámbulo, paso a cantarle sus virtudes.

Cofre de perlas chacinas,
botillo preñado de esencias,
coctel de delicias porcinas,
prodigio de excelencias.
Rabo, morro y costilla,
adobados con pimentón,
llenan la panza al glotón
sea berciano o de Castilla.
Curado al humo y al calor
va dibujando su color.
Bailando en los varales
desconcierta a sus rivales.
Cocido a fuego lento
con su fuerte condimento,
orégano y pimentón,
supera al gran chuletón.
No es de pieles tu faldón,
frente al morcón luces el don,
del gocho portas el pendón
y eres guapo, sin perdón.
Con oreja y espinazo,
no hay codillo ni hornazo
que guste tanto al paisano
como el botillo berciano.
Cocido a fuego lento,
a la brasa del sarmiento,
es un manjar suculento,
habitual en el sustento.
El botillo en los hogares
es uno de los manjares
de las clases populares
que más gusta en estos lares.
Botillo de las entretelas,
manjar entre vino y velas,
al hambriento das espuelas
y al sediento se la cuelas.
Botica de vino pareces,
enchido de esquisiteces,
honras a la diosa Ceres
e induces a los placeres.
Goza de predicamento
en los fogones rurales
y merece un monumento
a sus dotes naturales.
Botillo eres por derecho,
colgado o en la mesa,
llevas la firme promesa
de disfrutar ¡Buen provecho !

Y para remate,
ahí va el estrambote :
"Con cocido de botiello
y magosto de castañas,
no hay frio en las brañas
ni se atorzona el viello". He dicho...!

martes, 21 de octubre de 2008

A LA CURUJA -Soneto- Noceda del Bierzo

SONETO A LA CURUJA
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Curuja, fantasma ave nocturna,
lechuza de luminosos ojos
que oteas sigilosa los rastrojos
con tu mirada blanca y taciturna.
Emblema vital de nuestra fauna,
musa ideal de risas y sonrojos,
tu calmas la ira y los enojos
de quienes te admiramos ¡Saturna!
Con cariño te aclamamos, Curuja,
y te elevamos a los pináculos
que tu proverbial belleza embruja.
Vigía noctámbula de habitáculos
que emulas los hechizos de la bruja,
te proclamamos ¡ reina de oráculos!


OTROS PIROPOS

De Noceda ilustre pregonera.
Con tu pulcra pluma agorera
refrescas la memoria de esta villa
deseosa de formar una gavilla.

Con las gavillas hacemos manojos,
con los granos llenamos los graneros,
si procedemos libres de antojos,
en la meta seremos los primeros.

Curuja que velas ocasos rojos
y suspiras por cielos azules,
Líbranos de los miserables enojos
y oxigena los viejos baúles.

Curuja, nave nocturna,
lechuza de blanca pluma,
merodea taciturna
y emerge como la espuma.

Buda de mágica luna,
copo de blanco armiño,
en su soledad se acuna
la candidez del niño.

Candela con ojos de miel,
pupilas de oro y marfil,
tu dulcificas la hiel
con el albor de tu perfil.

Novia de la noche en vela,
tocada de terciopelo
que a la luna encela
con el nácar de su velo.

En la noche encalada,
mecida en la tenue brisa,
emite una balada
que a la zorra causa risa.

Faro de luz en cuclillas,
musa de alas divinas,
Síntesis de maravillas
que mirándola adivinas.
Símbolo de paciencia,
de nobleza y galanura,
bordea la excelencia
en la noche claroscura.
Coplas al abuelo VICTOR “Vitito”



Dotado de natural sabiduría y elegancia,
trabajador nato desde su infancia,
moldeó enseres y quehaceres
con su acrisolada sapiencia.

El nieto cinco años, él setenta.
se sientan en el escaño,
sus historias le cuenta
narrando peripecias de antaño.

Cocina de lumbre baja,
un horno de barro y paja,
el hollín impregna la chimenea
y una pregancia la estancia ojea.

El abuelo esbelto y pinturero
se calaba su sombrero,
con su estilo mejicano
parecíame un indiano.

De raza le viene al galgo.
bien joven, un día emigró
y sin pretenderlo logró,
parecer un hijodalgo.

Buscando plata por necesidad,
navegó a buenos aires
y allende los mares
ganó la libertad.

Se creyó libre de verdad
y en su linda mocedad,
su novia llevó la novedad
para alegrar su soledad.

Allí compraron un Cafetín,
reunieron unos cuartos
y con una potrina y los trastos
regresaron al pueblín.

La mili le reclamaba,
la guardia presionaba
y sin consultar con la almohada,
una noche se fue de madrugada.



Aquella noche alocada
le sirvió de coartada
y al llegar a la Coruña
pensó en la Chapacuña.

Se enroló de prisa,
superó la requisa,
partió sin rumbo
y llegó al nuevo mundo.

El destino era Cuba,
desembarcó en la habana,
y el azar le llevó a Santa Clara,
ciudad ilustre y preclara.

En un ignoto Ingenio
desarrolló su ingenio.
aves y ganado crió
y en el paraíso se sintió.

A su vera pronto acudió
la mujer a quien amó
y en aquel paraíso
tuvo lo que más quiso.

Dos hijos allí nacieron,
los dientes allí echaron
y cuando cuatro años tuvieron
a España regresaron.

Su esposa enferma de añoranza,
no soporta más tardanza.
de puros reviste su panza
y al barco, confiada se lanza.

La fatalidad se vengó,
la requisa le descubrió
y sin rechistar pagó
lo que con sudor consiguió.

Al pueblo añorado llegaron,
en él su familia criaron
y antes que la niñez pasara
la parca a su esposa llevara.



Con las autoridades bregó,
sus buenos cuartos entregó,
de la milicia se libró
y su futuro labró.

Trabajó como un manitas,
carpintero y labrador,
de inventos hacedor,
atendió siempre mis cuitas.

Aquel triciclo con ruedas
con el que tanto jugué,
desde cimalavilla, a penas
hasta las Fontaninas llegué.

Sobre el suelo helado
me deslizaba veloz
y al verme tumbado
oía presta su voz.

Dibujaba las madreñas
grandes y pequeñas,
diseñábalas a capricho
y a gusto de muchos.

El abedul era la base
cuando no el humero,
ahumábalas de un pase
pintándolas con tintero.

Con la disculpa de la siega,
cada año pasó la montaña
a visitar a una labriega
que le añoraba en La Omaña.

Para afilar la guadaña, decía:
Al afilar la guadaña
Se orienta al sol la hoja,
La piedra en el cachapo se moja

Y de esta guisa el filo no daña.
su arte culinario era proverbial,
tuérganos y urces en el fogón,
sobre las estrébedes el pote ancestral.

No tenía en estas lides parangón.
caldos y guisos sabrosos
aromatizaban el hogar
y acudíamos presurosos
sus delicias a probar.
De chavalín segaba en Praoleche,
se presentó octogenario el abuelo
ofreciéndome ponche y escabeche
y me retó a un ágil duelo.

Ufano, dijo sin voces:
los maraños parecen hoces,
más parece que roces
las hierbas dando coces.

Urdía remedios caseros,
llenaba de especias pucheros´
calentaba el vino en el jarro
y con miel aliviaba el catarro.

Eucalipto guardaba en esencia,
de lagarto un verde crema
que amansaba el reuma.
precursor de avanzada ciencia.

En el huerto del Rincón
cuidaba unas colmenas,
las abejas de néctar llenas
zumbaban con su aguijón.

Apicultor ilustrado,
con su atuendo tocado
y su antifaz de alambre
manejaba audaz el enjambre.

Con el fuelle las adormecía,
celdas, abejas, panales,
chorreando miel a raudales,
colonia y reina mecía.

El polen de la miel separaba,
la colmena cuidadoso cataba
y en vasijas de cobre dorado
depositaba el manjar atesorado.

Portando aquel aparejo
con su consejo de viejo
me mostró aquel injerto
presumiendo de experto.

El abuelo a sus nietos acogió,
por ellos con paciencia veló,
sus proyectos alentó
y a su reclamo nunca faltó.


En ciernes de los noventa
se sintió anciano sin cuenta,
a sus hijos reunió en concilio
y sin pedir diezmos ni renta
con su nieto se fue al exilio.

En el ocaso de su existencia
convivió en la residencia
en los pagos del henares
recitando sus cuitas y avatares.

No pudo soportar la ausencia
de su tierra y familiares.
siguió los ritmos de su conciencia
y regresó para siempre a sus lares.

¡ Adiós, abuelo del alma ,
que hayas alcanzado la calma!
aunque te hayas ido sin más,
no te olvidaré jamás.





Con estas rimas sin par, no ha pretendido emular al legendario juglar.
Ha tratado de aportar su granito de arena al acervo cultural y consuetudinario del pueblo donde nació.

Víctor Rodríguez González

EL BURRO Y EL NIÑO


El Burro y el niño


En Noceda. Corrían los años cincuenta y tantos cuando un niño de 8 años estrenaba su vehículo de cuatro patas, tipo medio, pelo oscuro, fino, un manojo de nervios, ágil, intrépido y de inteligencia superior a la media de los de su clase (Si hubiera competido en la carrera de burros de San Bartolo, seguro hubiera ganado los laureles. No era el burro Platero que tan poéticamente nos describió Juan Ramón Jiménez, pero era un burro nacido en Noceda al que se impuso el nombre de “Cartucho”, lo cual le define como intrépido, veloz , explosivo y tan inteligente que habría emulado al mismísimo Aquiles, el griego.
El niño que lo montaba se entendía con él por sus gestos con las orejas y la posición de la cabeza así como por sus vibraciones y así podía hablar con él según las situaciones y si bien sus hazañas no se han contado en Agronoticias ni se han visto en TV no ha sido porque no existieran si no por modestia y porque no había “La Curuja” que con su amabilidad y sencillez las acoge.
Todavía viven muchos vecinos de Noceda, cuyos nombres omito por no cansar, que cuando me los encuentro en paseos por el Barrio de Vega o en el Bar, me recuerdan algunas historias así como el nombre del burro.
Esto me animó a dedicar unas líneas a mi burro con algunas de las más llamativas hazañas que con él viví en mis años de infancia y que tanto me marcaron.
En tiempo de castañas, a primeros de noviembre de aquel año en que sí llovió a cántaros y que incluso barruntaba nevada, con un cierzo frío y húmedo, el niño se montó a pelo en el burro Cartucho y le dijo “Vamos a castañas a Las Rozas de Rio” y sin albarda,ni manta ni adorno alguno, aunque sí con un cesto de mimbre y un saco, llegaron al final del camino del Mouro, próximo al prado de La Custrolla” y se toparon con el Río Noceda crecido y desmelenado, pues rugía que daba miedo y hete aquí que se les presenta el dilema de “ o cruzamos y nos mojamos o tenemos que volver a San Bartolo y pasar por el puente y El campín, lo que supone un gran rodeo, perder mucho tiempo e incluso que te puedan espetar aquello de “cobardica”.La situación era más complicada que el Teorema de Newton y el niño le preguntó al burro ¿ Pasamos? A lo que el burro, que tenía las orejas tiesas y en posición de escucha atenta, asintió abatiendo su oreja derecha. Ante tanta valentía, ambos, jinete y burro, arremetieron contra el caudaloso rió, sin cayado ni chaleco salvavidas y a pesar de que el agua le mordía la panza hasta hacer que se tambalease y que al niño se le llenaran las botas de agua antes que el saco de castañas, asido a sus crines de león del Serenguetti, consiguieron traspasar el río que burlón se estrellaba entre rocas y humeiros para perderse por Peñaposadera después de devorar La Veiga y despedirse de Praoleche.
A propósito, Praoleche es un paraje que lame el río por su margen izquierda, dejando a La Veiga por la derecha con sus prados y molinos de agua. Ambos parajes son o eran muy feraces y hermosos, parecen una pareja de enamorados, mirándose permanentemente en invierno, sin encontrarse, hasta que en verano se daban la mano y hasta se besaban, al esconderse el agua que los separaba. A Praoleche iban casi todos los días el burro y el niño a distintos menesteres, como pastorear las vacas, regar el gran prado de seis carros de hierba con angarillas, segarlo e incluso hacer de espantapájaros de los pardales que se comían el trigo. Para poder regar aquel prado precisaba pasar tres días con sus tres noches a la intemperie, aprovechando las escurriduras de agua que a la bancada acudía, después de peregrinar por otras varias, ribera arriba, y a veces ayudada por el chavalín que sin linterna ni candil de carburo la liberaba retirando los calzapetes que la retenían, para disgusto de otro.
Allí pasó muchas noches bajo el cielo estrellado, adivinando las curvas del camino, sorteando zarzas y alabanzas, como si acechara la raposa o el lobo, pero que no libraban al niño de dormir al lado de la cerradura, sobre unas hierbas o un pequeño feije de paja , esperando la visita de su padre que entiznado regresaba de la mina de Lombas.
Mi burro era mi bicicleta aunque de cuatro patas, pues todavía no nos habíamos modernizado. El niño y el burro eran más famosos en el pueblo que Fernando Alonso y su Renault. Mencionar a nuestros admiradores sería prolijo y ocioso, pues aún viven muchos de ellos, ellas, que quizás lleguen a leer estas líneas preñadas de recuerdos y nostalgias.
El niño montado en el burro y arreando las vacas, bien al Rozo, al Carrizal, a Praoleche o Praolobispo, solía llevar un libro, el que cayera en sus manos, pues no había mucho donde elegir, como “El Ciudadano”, manuscrito con caligrafía preciosa y enrevesada, que le sirvió para aprender a leer a los seis años, con cuentos como “ el perro del hortelano” y en una ocasión, recuerdo que una madre dijo a su hija :” aprende, mira a ese niño cómo aprovecha para leer”.
Pero el burro cartucho tuvo que realizar otras faenas como “hacer de cuarta o tirar de cuarta, pues así se decía del burro o caballo al que se le colocaba un collarín, del que salían dos cuerdas o cordelillas, una por cada lado del animal y que convergían al engancharlas a la pezonera del carro , a la altura del yugo, para así ayudar a la pareja o yunta de bueyes o vacas a tirar del carro cargado de madera, barro, abono etc.
Muchas veces lo hizo hasta que en una ocasión llegó al paraje conocido como “El Cadorno”, cerca de Las Fuentes, tirando de un carro de abono y antes de que el dueño lo desenganchase, la yunta “moscó”, como decía Pachín “el sabio”, y el desdichado burro fue arrastrado bajo el carro un buen trecho, quedando incapacitado de sus extremidades, por lo que se ganó el honor no deseado de viajas en carro hasta el corral. Allí fue asistido de Veterinario y recibió cariño y cuidados de niños y amigos hasta que llegó la Mata de los cerdos.
Por aquellas fechas , echamos de menos a nuestro amigo el burro y se rumoreaba que había muerto y lo habían tirado para los lobos en el Carruelo de Chanos, próximo a donde hoy se ubica el Camping. Pasado un tiempo , la duda fue despejada por la tía Filomena ( cuya memoria ha sido glosada por Miguel Angel) que me dijo” ¡ Ay monín¡ ¿ No te diste cuenta que faltó el día de la mata? Le hicieron cecina las patas traseras”.Entonces el niño lloró y lo lamentó y hasta trató de hacer huelga de hambre ante su padre, pero lo cierto es que debía de ser saludable porque tanto la Señora Domitila como María la de Teresin decían : ¿ Qué vos da de comer tu padre que tenéis esos colores en la cara? Polvos pinos, decía el niño ( sin saber lo que decía ).
No se extrañen, no era necesidad, pues no faltaba que comer, fue una casualidad irrepetible y sabido es que los mozos se gastaban bromas invitando a otros a comer cecina y les daban gato o zorro por liebre o cabra, lo que les servía para guasas y tomar el pelo a los crédulos o engolemos.
Conocido es el refrán de dar gato por liebre y mira por donde, pasados los años de Colegio e Instituto, el niño creció y hecho un mozo, se fue a Madrid donde aprobó una Oposición y encontrándose hospedado en un Hostal, próximo a la Puerta del Sol, en compañía de su cuñado Tomás, llegó la hora de comer y ya en la mesa, coincidieron con otros amigos, habiendo en el comedor unas cien personas. Cuando les sirvieron los filetes de vaca, según el menú, el que suscribe troceó el filete, lo olió, probó un trocico y comentó a sus amigos “Creo que esto no es vaca” lo que les sorprendió y a continuación añadió: “Estoy seguro que es carne de burro”, ante lo cual arquearon las cejas y comenzaron a gesticular como payasos. Puesta la cuestión en duda ante el dueño, éste primero lo negó, después dijo que era de caballo y por fin reconoció que era carne de burro, ante el temor a ser denunciado y descubierto, alegando que la vida estaba muy achuchada y se veía obligado y que por favor no lo divulgase porque su negocio se resentiría. Le dije :”Un burro me enseñó a librarme de los que dan burro por vaca”, así que perdió clientes y el negocio…..
Sirvan estas humildes líneas para homenajear al burro y agradecer que haya contribuido a mi formación profesional y que el cariño que yo le tuve sirva de ejemplo a otros niños.

AÑORANZAS DE NOCEDA DEL BIERZO

AÑORANZAS
Antaño, hubo sementeras,
siegas, trillas y hacenderas,
concejo abierto en las Fontaninas
y juegos de naipes en las cantinas.

Magostos en la Montera
y viñas en el Castrín,
morenas en las Eras
y veceras por el Campín.

Bueyes y novillas en la Sierrap
pacían en arribancas y bancales
entre Pardamaza y Urdiales
hasta que la nieve cierra.

Al pie de la Fontanilla, la LLaviada y su fuente:
En invierno, vertía agua caliente
al abrevadero y las lavanderas,
en verano, saciaba la sed ardiente
de los que furrulaban en las Eras.
Juncos, pastizal, charcas,
albergaba gitanos y ranas.
los rapaces asaban las ancas
y los gitanos plantaban caravanas.
Escudriñaban regueros y aguales
la cigüeña y los chavales,
croaban las ranas verdiales
en los atardeceres otoñales.

A NUESTROS MINEROS

Mujeres y hombres entiznados,
más negros que el azabache,
en turnos día y noche,
regresaban a casa empapados.
Con un candil de carburo,
las galochas al hombro,
una pica y pan duro,
extraían de la mina escombro.
No había coche ni ducha,
solo polvo, grisú y agua fría.
la galería al fondo rugía
y un gemido fatal se escucha.
El temor se tornaba en susto,
de nuevo se volvía al tajo,
hasta que un día infausto,
un cuerpo la cuadrilla extrajo.
En aquellos años de crisis,
varios fueron los mineros
que dejaron su vida y aperos
o enfermaron de Silicosis.
La silicosis su vida condena,
bronquios infectos de asma
trenzan la pesada cadena
que la entraña vuelve miasma.
Vaya por ellos mi llanto,
que por no llorar canto.
Gracias por haber dado tanto
a cambio del vil quebranto.

Canteras a cielo abierto,
don maza, tesón y punteros
en la roca se hacían agujeros
y un barreno hacía el resto.
Los vecinos aportaban sus carros,
con las yuntas en caravanas
arrastraban pesadas peanas
por caminos llenos de guijarros.
En casa del socorrido vecino
celebraban su gesta rendidos,
recibían gestos agradecidos
agasajados con escabeche y vino.

La lechera de Noceda
pregonera de nuestras riquezas,
patera de tristes proezas
para ir de Feria o a Ponferrada.
No hacía ascos a nada,
cántaras de leche, terneros,
gorrinos, guajes, yugueros,
castañas y a veces, la cornada.

Herreros podía haber mil
pero ninguno como la fragua del “furil”
vacas y burros sometía al potro,
los calzaba y a por otro.

Carpinteros había por doquier,
puertas, alacenas, ventanas,
carros, vigas, peanas,
y hasta te hacía un neceser.

LOS FUYACOS

Leñadores con hacha y cordel
al monte subían en tropel,
en los robles marcaban su suerte
bajando fuyacos al corte.
Liaban un gran retrosón,
a empujones rodaban cabe la senda,
los carros chirriaban por el Corón,
mientras se comía la merienda.
Carros con ejes de madera,
tadonjos, bujes y pezonera,
rugían por las empinadas roderas
de la Fornia y la Montera.
En los corrales, los animales
rumiaban las hojas secas,
en los telares giraban las ruecas
mientras en los pajares, los chavales
jugaban a buscar nidos de pardales.

Techadores con espada al cinto
trenzaban con paja la techumbre
poniendo a salvo el recinto
de las aguas con la urdimbre.

Afiladores y estañadores
llegados de pallá de los Ancares,
reparaban cuchillos y calderos,
palanganas, potes y pucheros.

Trovadores con coplas de colores
encantaban a niños y mayores.
Mero era de los mejores
y tenía que dormir en los pajares.

El aceitero, con su carruaje
medieval tirado por un mulo,
con nevadas o estiaje,
surtía de aceite y pimienta al pueblo.

Al pie de la torre del campanario
los escolares jugábamos a diario
a la billa, bigarda y canicas
y resolvíamos nuestras trifulcas.

En la plaza de San Bartolo,
los mozos competían a los bolos.
por apuesta, una cañada de vino
y los más osados, cecina de caprino.

Jugábamos a la pelota en Chanos,
en las eras del Tornal majábamos
y en las eras de Llamillas,
partidos de fútbol y trillas.

Con los tuérganos de urces
caldeaban las alquitaras
para destilar la borra y cáscaras,
convirtiéndolas en aguardientes.

En la siega del pan con hocín
competían las cuadrillas y el mocín.
Una cabra le recortaban al pipiolo
y si se retrasaba, le hacían el bolo.
Con el hocín se segaba la mies, con espigas se hacía la llave, tres brazadas una gavilla, tres gavillas un manojo atado con venceja o con velorto.
Con los manojos se hacían Rimas y de éstas se formaban las morenas. Cuando la cosecha era grande se hacían medas en forma de peonza al revés.

En la era, los majadores madrugadores desmontaban medas y morenas, tendían los manojos para la parva y colocados por parejas enfrentadas, izaban los piértios a las espaldas. Batiéndolos al compás cual espuelas, golpeaban contundentes las espigas, separaban la paja con el engazo o la horquilla, formando balagares para la trilla.
Una yunta arrastrando el trillo
gira y gira en derredor,
tras las vacas patea el anillo
un niño estresado de sudor.

La guadaña se picaba en la bigornia, en el cachapo se guardaba la piedra de afilar con agua. Se afilaba con el filo hacia el sol, la luz mostraba las mellas, al segar saltaban centellas y los maraños distinguían al Segador.

Usábase el arado de vertedera
para ralbar la tierra barbechera,
y el arado romano o de madera
para bimar y la sementera.

El autor

A los madriles el jovenzuelo emigró,
su currículo por allí prolongó
y por fin el destino le agradeció
disfrutando del lugar donde nació.

Víctor Rodríguez González