miércoles, 22 de octubre de 2008

El BOTILLO en Noceda del Bierzo


El botillo suele ser definido como chorizo gordo, lleno de carne de cerdo picada y adobada con mucho pimentón, dulce o picante, en el cual entran algunos huesos picados, y que se hace en casi todo el Bierzo en la época de la matanza, que suele ser en noviembre y diciembre.
El botillo es típico del Bierzo y de ello dan fe las muchas fiestas y celebraciones a nivel local y nacional e incluso la divulgación que del mismo viene realizando nuestro querido y admirado paisano Luis del Olmo en la Radio.
Desde niños hemos visto las matanzas y hemos ayudado a nuestros padres a hacer y curar los botillos y en invierno era muy socorrido hacer un cocido con el caldo que dejaba después de cocerlo durante largo rato a fuego lento.
Los ingredientes más comunes son: trozos de carne picada, trozos de huesos del espinazo,oreja, morro, rabo, todo del cerdo, y los condimentos más utilizados son:
sal, pimentón, orégano, tomillo y algún toque personal en el aderezo.
Durante unas semanas se colgaba en los varales, y se ahumaba con la lumbre de cocina baja en la que solía haber una chimenea de la que pendía la pregancia.
El botillo se suele acompañar en la comida con repollo y patatas cocidos con el
agua en que coció el botillo y con el mismo caldo se hacía una sopa de fideo que se servía de entrada para prevenir el estómago y hacer cama al botillo.
Partiendo de esta intoducción o preámbulo, paso a cantarle sus virtudes.

Cofre de perlas chacinas,
botillo preñado de esencias,
coctel de delicias porcinas,
prodigio de excelencias.
Rabo, morro y costilla,
adobados con pimentón,
llenan la panza al glotón
sea berciano o de Castilla.
Curado al humo y al calor
va dibujando su color.
Bailando en los varales
desconcierta a sus rivales.
Cocido a fuego lento
con su fuerte condimento,
orégano y pimentón,
supera al gran chuletón.
No es de pieles tu faldón,
frente al morcón luces el don,
del gocho portas el pendón
y eres guapo, sin perdón.
Con oreja y espinazo,
no hay codillo ni hornazo
que guste tanto al paisano
como el botillo berciano.
Cocido a fuego lento,
a la brasa del sarmiento,
es un manjar suculento,
habitual en el sustento.
El botillo en los hogares
es uno de los manjares
de las clases populares
que más gusta en estos lares.
Botillo de las entretelas,
manjar entre vino y velas,
al hambriento das espuelas
y al sediento se la cuelas.
Botica de vino pareces,
enchido de esquisiteces,
honras a la diosa Ceres
e induces a los placeres.
Goza de predicamento
en los fogones rurales
y merece un monumento
a sus dotes naturales.
Botillo eres por derecho,
colgado o en la mesa,
llevas la firme promesa
de disfrutar ¡Buen provecho !

Y para remate,
ahí va el estrambote :
"Con cocido de botiello
y magosto de castañas,
no hay frio en las brañas
ni se atorzona el viello". He dicho...!

1 comentario:

susurro dijo...

¡Que barrigada! Pronto me pasaré por ese magnifico pueblo para dar fe de este manjar al que canta Victor con tanto conocimiento del tema. Hasta pronto. Susurro