BLA-BLA-BLA ELECTORAL

¿ Para qué tanto bla bla bla?
Se podían haber ahorrado tanto empeño en llevar el agua a su molino.
El votante está cansado de oir las mismas monsergas que no resuelven ni sus dudas ni sus urgencias.
El uno acosa y descalifica, el otro no descubre sus cartas, como una partida de mus o poker.
Muchos mítines, juegos florales que dejan en mal lugar el sentido común del votante y al candidato mendicante del voto que le salve la cara ante los suyos.
Para eso, no hacían falta tantas alforjas.
Tanto hemos tenido que tragar ( palabra de Rubalcaba), durante la agonizante legislatura, que por mucha ocurrencia o cantinela que repitan hasta la saciedad, a veces con lapsus clamorosos, no van a borrar el rastro de su desgobierno, grabado en el corazón de cinco millones de parados, en las víctimas del terrorismo vilipendiadas, en el fracaso financiero, el endeudadamiento vergonzoso, en los ERES malversadores, las indemnizaciones abusivas autoconcedidas en las Cajas de Ahorro, gestionadas por políticos sin escrúpulos, etc, etc.
¿Para qué tantos meses de campaña electoral?
¿No hubiera sido más lógico haber convocado elecciones hace meses?
¿ A quién pretendían beneficiar? ¿al pueblo? Cave credas.
En mayo aparecían los brotes verdes, y la cosecha de votos ya se adivinaba.
No les gustaba el color del sembrado y prefirieron esperar a que la sequía económica los agostara y asi tratar de dar vuelta a la tortilla, pero " el que siembra vientos recoge tempestades".
¡ Alea jacta est! la suerte está echada".
Ojalá que la sementera de noviembre, aunque tarde, nos augure mejores cosechas.
El candidato vencedor habrá vencido en las urnas, pero la tarea que le espera no se le desea al peor enemigo.
No en vano le han dejado el campo sembrado de trampas para que se estrelle en su cargo.
La esperanza es lo último que se pierde y siempre que llovió escampó.